Euskal Herria.- Según los datos hechos públicos por el Departamento de Hacienda y Economía del Gobierno Vasco, sobre la evolución del PIB en el último trimestre del 2018, continúa la fase de desaceleración que se inició a comienzos de 2018 y que podría extenderse al primer semestre de este año.
La economía vasca creció en el cuarto trimestre un 2,4% interanual, dos décimas menos que en el trimestre anterior y dos décimas también por debajo de la previsión de la Dirección de Economía y Planificación. Por tanto, continúa la fase de desaceleración que se inició al principio de 2018 y que podría extenderse al primer semestre de este año.
En media anual, el incremento del PIB vasco ha sido del 2,8%, tan solo una décima menos que el de 2017. Además, este resultado coincide plenamente con la previsión de la Dirección de Economía. De hecho, ya en el mes de mayo se anticipó que el crecimiento medio del año sería de esa entidad y las revisiones posteriores han mantenido la cifra.
El desglose sectorial del crecimiento indica que el avance se ha sostenido gracias al buen momento de la construcción y a la estabilidad de los servicios, mientras que la industria está sufriendo una pérdida de intensidad notable. Buena parte del enfriamiento del sector deriva de la polémica surgida alrededor del diésel y de la lenta adaptación de las empresas de automoción a la nueva normativa de emisiones, que afecta a varias grandes empresas vascas.
En lo referente al empleo, el número de puestos de trabajo a tiempo completo aumentó un 1,9% interanual en el cuarto trimestre y un 2,1% en media anual. Ambas cifras mejoran en una décima la previsión de Economía y confirman la creación de unos 19.000 empleos en media anual, como se recogía en la previsión. En la medida en que se siga generando empleo neto, aumentan las probabilidades de que el ciclo expansivo continúe, dentro de ese perfil de suave desaceleración que se anticipa en el escenario macroeconómico.