Sin genitales no se puede acceder al Ejército español ni a la Guardia Civil. Si bien es comprensible que haya enfermedades físicas que puedan ser motivo para no aceptar candidatos debido a las tareas que se deben realizar en este tipo de trabajo, no tiene ningún sentido que la falta o deformación de los genitales lo sea. ¿En qué momento deben usar los aparatos reproductores los soldados y los guardias civiles en su día a día profesional?
La respuesta es una incógnita pero así lo estipula una orden publicada en el BOE el 12 de enero de 2019, que actualiza el catálogo de exclusiones médicas para los aspirantes a los centros docentes militares de formación.
La limitación aún va más allá que la restricción, también afecta a quien sufra malformaciones en las gónadas (testículos u ovarios). Según explica Publico.es, la publicación en el BOE habla de agenesias (genitales que no se forman desde el nacimiento), agenesis (anomalías o malformaciones) e hipogenesis (si los genitales son más pequeños de lo normal), y hace referencia a «grados diferentes de malformación» en los genitales y en las gónadas.
El medio citado explica que expertos niegan que este tipo de anomalías en el desarrollo sexual supongan de forma genérica una limitación para ejercer como guardia civil o militar. También hablan de «discriminación», de una normativa que consideran ilógica.
