Ha servido de escenario en el rodaje de “Juego de Tronos”, “Lawrence de Arabia”, “El Dictador” y casi quinientas producciones cinematográficas más. Hollywod, el cine español, el francés, el inglés, hasta Bollywood y la revolución rusa han desarrollado aquí sus historias de la espectacular serie “Juego de Tronos”, en el Alcázar de Sevilla, que ha mantenido cerradas algunas dependencias durante varios días, ya es el penúltimo, precedido del cine de “Bollywod” que también aprovecha su monumentalidad y su luz. La ciudad se presenta como un gran plató natural para producciones de muy diversa índole: desde 1916, en que tuvo lugar la superproducción de los hermanos Lumière dedicada a Colón y el Descubrimiento, más de trescientas películas y varias series la han utilizado como escenario. Pero Sevilla tiene muchos y el Alcázar viene ocupando el primer lugar en el alto número de rodajes.
Entrevista a Isabel Rodríguez, Directora-Conservadora del Real Alcázar de Sevilla, en este enlace
Hasta hace unos años se le llamaba “Reales Alcázares”, nombre mucho más lógico, porque en realidad, está formado por varios edificios que se han ido añadiendo al paso de los siglos; desde el original descubierto en el Patio de Banderas y Palacio de Al-Mutamid, pasando por las reformas y ampliaciones de Pedro I, Alfonso X y otras posteriores, improntas que han quedado reflejadas en los diversos estilos arquitectónicos de sus patios y salas.
Del primer Palacio, el de Al-Mutamid, situado en el patio del León, en el patio del León, junto a los jardines, quedan el Patio del Yeso, la sala de Justicia, el Patio del Crucero y las murallas que rodean el conjunto. Desde ahí, cruzando los altos arcos de la muralla, se accede al Patio de la Montería, circundado por tres edificios. El de la izquierda, de factura relativamente moderna, da acceso al patio renacentista, desde el que se llega al Salón de los Tapices, dentro del Palacio Gótico, dónde varios tapices de grandes dimensiones, representan escenas geográficas y navales. En el mismo Patio de la Montería, a la derecha se encuentra el Salón del Almirante, y la Casa de Contratación, que estuvo en uso hasta la construcción de la Casa Lonja, contigua al Alcázar y a la Catedral, también parte del conjunto Patrimonio de la Humanidad, decoradas con hermosas pinturas y objetos de arte. La Sala de Contratación, interior, reúne elementos ornamentales procedentes de diversos lugares del mundo.
La parte principal y más extensa es el Palacio de Pedro I, al que se accede por la puerta frontal de la imponente fachada mudéjar. Para impedir la entrada a caballo, y dificultar cualquier asalto armado, los dos pasillos situados a ambos lados, están dispuestos en ángulos rectos. El patio central, el “de las Doncellas” es porticado, de estilo mudéjar, ricamente labrado con arcos lobulados en la planta baja. Una obra de arte de altísimo valor artístico y patrimonial. La planta alta, más moderna, actual residencia de la familia real, es de estilo barroco. El interior del palacio, que sirvió de inspiración a la Alhambra, lo componen varios salones y salas de paso, con arcos de herradura y magníficas yeserías. El Salón de Embajadores, sobre el que pivotan las dependencias oficiales, está coronado por una cúpula dorada, una de las estampas más admiradas del Conjunto palaciego. El Patio de las Muñecas, situado a la derecha, anterior a dichas dependencias, centra la parte privada con la alcoba de la familia real.
El Palacio gótico, mandado edificar por Alfonso X, con el ya citado Salón de los Tapices y hermosos pasillos con arcos ojivales, cierra la zona cubierta. Desde él se accede a los baños de María de Padilla, verdadero y al parecer único amor de Pedro I. Desde los jardines, nuevo acceso al edificio por la Puerta del Duque de Arcos o de Marchena, que, tras la ruina del Ducado de Osuna, un magnate norteamericano quiso añadir al mayor pastiche del mundo: su mansión en California, pero fue recuperado por el rey Alfonso XIII y colocado en su actual emplazamiento.