El mayor edificio civil de la ciudad y quizá de la península, el Palacio Real en uso más antiguo de Europa, tiene méritos de mayor alcance que estos que se suelen destacar en titulares. Es un compendio armónico de los estilos artísticos que dominaron Europa desde el principio de la Edad Media, es una obra de arte, compuesta por varias, muchas obras de arte. Desde el Palacio original, que fuera erigido por al Mutamid en el siglo XII junto a la zona que actualmente se está descubriendo, del XI, sucesivamente ampliado y remodelado, hasta el Salón de los tapices, pasando por el suntuoso Palacio del Rey D. Pedro, ha sido andalusí, con las reminiscencias griegas y romanas propias de una cultura emparentada con ambos períodos históricos, y mudéjar, gótico, renacentista, barroco… se emparentó con la otra maravilla de la cultura andalusí, la Alhambra de Granada, aunque la remodelación realizada por el rey justo fuera posterior al reinado de Ibn Nasr. Hoy es el segundo monumento más visitado de Andalucía, en ascenso, lo que además de interés y notoriedad, no deja de suponer un posible riesgo que podría obligar a regular las visitas.
De todo ello nos habla en esta entrevista, su Directora-Conservadora, doña Isabel Rodríguez, arqueóloga actualmente encargada de su conservación, que amablemente nos recibe en su despacho y nos permite elegir, para ganar luz natural, un patio situado entre los dos vestigios más antiguos del conjunto de Palacios, y nos ofrece todas las facilidades para realizar nuestro trabajo
¿Es complicado ser directora de un edificio como este?
Es muy complicado ser directora de un edificio de las características del Alcázar, yo creo, porque aúna distintos usos. Por un lado tiene un uso turístico, y en los últimos años la ciudad de Sevilla ha visto incrementarse el número de visitantes, pues el Alcázar está dentro de ese entorno de aumento de la visita. Por otro lado, el Alcázar es un elemento patrimonial y tiene que tener una gran parte del tiempo dedicada a la conservación de este edificio y al desarrollo de la ciudad. Y en tercer lugar es Residencia Real. Es decir, tiene tres usos, complejos los tres, íntimamente relacionados y con dos millones de visitantes, pues imagínese.
Tres usos tiene su trabajo. ¿Y los distintos espacios, los distintos estilos que hay dentro de él ¿lo complican o lo facilitan? ¿Cuántos hay?
Tiene tal identidad que casi no es un edificio de arquitecto. Su identidad es la continuidad, al menos desde el siglo XI hasta la actualidad. Entonces, todos los acontecimientos que han pasado en ese tiempo en Sevilla están en el Alcázar. Y todos los estilos que han tenido Sevilla y el Bajo Guadalquivir, están en el Alcázar.
Incluso las riadas
Incluso las riadas, claro.
La zona del siglo XI
Está en las casas adyacentes al Alcázar del Patio de Banderas. Son preexistencia a la construcción de las casas, lo que en arquitectura se llama preexistencia. Y también, dentro del propio alcázar, de lo que forman los límites del Palacio, tenemos una zona antigua, que es el patio del yeso, que también es de esa época.
El principio del Alcázar, construido por al Mutamid
El principio del Alcázar lo tenemos en las casas. En la casa 18, la número 2 y 3 del Patio de Banderas
Dónde han aparecido los restos.
Dónde han aparecido los restos. Y el caso del Alcázar, actualmente consolidado, visitable, es el Patio del Yeso.
¿Cual es el valor patrimonial de esta zona arqueológica que ha aparecido en las casas del Patio de Banderas? ¿Qué posibilidades hay de mantenimiento y de sumarlo al valor del Alcázar?
Por un lado es de mucho interés, si tenemos una continuidad desde el siglo XI, hasta la contemporaneidad, eso que nos falta desde la primera ocupación, que se produce en lo que sería la ciudad de Sevilla, hasta el siglo XI, lo tenemos en el Patio de Banderas. Si va hasta el siglo XI, porque en época paleocristiana se conocen hallazgos ya en el Patio de Banderas de hace mucho tiempo. Nos llevaría a tener una continuidad, a que fuese un hito histórico con absoluta continuidad, por eso me parece interesante que esos elementos se expongan al público.
Desde el patio del yeso a estas dos casas dónde han aparecido los restos ¿hay en la actualidad continuidad física, o están separados por construcciones más recientes?
En la antigüedad no hay continuidad física, aunque es probable que la hubiese. Actualmente no, porque al construirse casas que hoy incluso están protegidas, la casa 7 y 8, ya de época moderna, que tienen un valor por sí, pues, claro, hay muchos elementos que, si quisiéramos unirlos, la propia ley nos lo impediría, porque no podemos derribar elementos. La Ley obliga a mantener todo lo construido. No podemos derribar elementos correspondientes al XVI, XVII y XVIII, para recuperar el XI.
Falta por hacer el análisis de esa estructura y especialmente como se integran con los elementos del Alcázar. Es lo que falta por hacer. También es importante que el Alcázar es propiedad del Ayuntamiento, pero las casas son de Patrimonio.
La parte más popular, más fotografiada, es el Palacio del Rey Don Pedro, que tiene estilo andalusí, pero se hizo posteriormente. Ese rey parece que era de los más cultos que ha habido en el reino de Castilla.
Independientemente de la personalidad de D. Pedro, una persona especial, con unas características que consideraríamos positivas desde nuestra visión contemporánea, y algunas negativas, independientemente de la personalidad del rey, sobre la que hay muchas leyendas. Y es que la cultura material tiene una continuidad para el siglo XIV, XV y XVI. En el siglo XIV que ya hace más de un siglo que se ha producido la conquista, se sigue construyendo a la manera islámica. Tenemos las iglesias mudéjares en toda la zona norte de Sevilla, que nos están hablando que existen alarifes, que existen personas que saben hacer alicatados, que existen carpinteros de lo blanco que están haciendo la taracea. Todas las artesanías que se hacen en el XIV, XV, XVI, incluso en el XVII, conocidas como estilo mudéjar, tienen una enorme herencia de lo que fue al Andalus. En el XIV más.
Esa arquitectura andalusí, hace que el románico no entre en casi ningún lugar de Andalucía. ¿Hay una diferencia cultural, de valores, entre el románico y el andalusí?
Hablar de valores desde la contemporaneidad es bastante complejo. El románico tiene mucha relación con lo que hoy es Europa, al andalus tiene relación, es decir, el mudéjar, resultado de la fusión entre la arquitectura andalusí y las posteriores que se hace en los reinos del norte. Lo que se hace en al Andalus, tiene una enorme relación con el Mediterráneo. ¿Diferencia de valores? Pues ya es complejo decir cuales son los valores de una sociedad
¿No es entonces muy acertado hablar de la mayor o menor calidad de una cultura o de otra?
Por supuesto. Incluso siempre, cuando hablamos de calidad y de estética, lo estamos haciendo desde la visión del siglo XXI, porque Murillo hoy es valorado, muy valorado. Hoy se le considera a la altura de los grandes pintores de su época. Pero en los setenta y los cincuenta no estaba valorado igual. Por ejemplo, la arquitectura sevillana de principios del siglo XX, hasta hace poco no tenía valoración ni protección. Hoy la tiene. El Patrimonio histórico es un valor social. Es decir, depende de la valoración que le demos nosotros. No son valores absolutos completamente consolidados. Los estéticos son subjetivos, además. Los históricos no.
¿Sirvió el Palacio del rey D. Pedro de modelo o de inspiración a otros edificios?
Sirvió de modelo a los Palacios Sevillanos. No hay más que ver la Casa de Pilatos. Seguro que, como el Alcázar fue residencia de los reyes, sirvió de modelo para la mayoría de los palacios que tenemos en Sevilla. Lo de Pilatos, en alguna forma, recuerda al Alcázar.
La diferencia estética entre la zona de D. Pedro, la zona gótica, la del Renacimiento y la casa de Contratación… ¿Por qué hay esa diferencia tan grande de estilos?
Hay una diferencia y primero está el palacio gótico que precede a la construcción de D. Pedro, del que no tenemos noticia. Pero seguramente se construyó al estilo gótico. Tenemos el de D. Pedro, construido totalmente al estilo mudéjar, con artesonados, yeserías, estrellas, rocallas. Es tan mudéjar que en muchos casos se confunde con partes de la Alhambra que es puramente andalusí. Después tenemos el Renacimiento, que se implanta en el XVI, con los mejores artesanos que trajo Carlos V para celebrar aquí su boda. Y se transformaron los jardines, los espacios, se remodelaron. El XVIII también está presente. Es que toda la vida, todo lo que ha ocurrido en la ciudad, todo está presente en el Alcázar. En la zona del Patio de la Montería estuvo la primitiva Casa de Contratación, el Alcázar también fue Casa de Contratación.
¿Esa mezcla de estilos es contradictoria?
No. Eso le da diversidad, le da continuidad, porque está indicando, como antes decía que esa es una de sus características, que desde el XI hasta la actualidad ha estado y está vivo; todos los acontecimientos que han ocurrido en Sevilla de una u otra forma están aquí. Por ejemplo, el Centenario de Trajano y Adriano, hicimos unas jornadas, porque el germen del museo arqueológico también está aquí. Aquí funcionó como contenedor de colección en el XVIII. Lo mismo ocurre con el Año Murillo, porque aquí también estuvo y hay murillos. Es más: durante la invasión napoleónica funcionó como lugar dónde fueron a parar todas las obras que fue decomisando el gobierno francés antes de su partido a Francia. Todas las obras estuvieron aquí. Y ahora Magallanes, quien antes de partir para dar la vuelta al mundo, hizo su testamento en el Alcázar. Se hacía porque en esa época esos viajes eran muy peligrosos. Y los componentes de la expedición testaron en el Alcázar.
En realidad, toda esa mezcla de estilos no es una mezcla, es una continuidad de etapas artísticas e históricas ¿cierto? De la evolución del mundo.
Efectivamente. Ahora mismo el Alcázar es un global, en que todas las épocas tienen un exponente. Es un edificio global armónico. Tiene armonía.
Algo que le vendría muy bien a algunos arquitectos actuales. El hecho de que cada estancia tenga su propio jardín, aparte del gran jardín, que también es íntimo, porque está dividido en pequeños ¿es espíritu andalusí?
Andalusí y mediterráneo. La arquitectura helenística, la romana… Piense en una domus romana, todo está articulado en torno al patio. Igual que la casa andaluza. El Palacio de D. Pedro está articulado por el Patio de las Doncellas. Articular todas las estancias que tiene alrededor.. El caso de los jardines obedece a otro criterio. Hasta el XVI son huertos, por lo menos esas son las noticias que tenemos. Porque hasta entonces los jardines son interiores. A medida que en el XV se va a poner de moda que los palacios tengan jardines, se va a ir sustrayendo extensiones a la huerta, para convertirla en jardines. Entonces, la solución sería: una evolución más antigua, del XV, XVI, que es la banda pegada a los palacios, que llamamos jardines hispano-musulmanes que posiblemente se harían a la manera mudéjar y después tenemos un desarrollo, donde tenemos mudéjar, renacimiento, hasta la modernidad, que es el de los poetas, que es del siglo XX y el jardín inglés. Vino un paisajista inglés a diseñarlo Lo mismo que tenemos en los palacios tenemos en los jardines. Tienen una armonía que pasamos de un jardín a otro cambiando de estilo y de ambiente y eso lo que le da riqueza
Y el jardín inglés que está hecho en la huerta ¿es el más nuevo?
El más nuevo es el de los poetas, que es el que da a los jardines de Murillo.
Gusta mucho y llama la tención ¿qué sentido tiene el grutesco?
Lo que se intenta es decorar la muralla almohade. Y lo hace un italiano a manera italianizante. Con hornacinas y pinturas.
¿La puerta de Marchena?
La puerta de Marchena, hoy no se traería, todos nos echaríamos las manos a la cabeza si se intentara. Los elementos tienen sentido en su sitio -aunque hoy, pasado el tiempo, la puerta se ha consolidado como una parte del Palacio-, tienen sentido en su sitio, pues si no, los estamos reduciendo a elementos decorativos. Pero hoy, pasado el tiempo, la Puerta de Marchena ya forma parte también de la historia del Alcázar. El Alcázar desde que pasó a manos municipales en el año 31, es la mayor extensión edificada que tiene el Ayuntamiento y dentro de la ciudad. Entonces, gran parte de algunos elementos arquitectónicos atípicos han ido a parar aquí. Por ejemplo, en un inventario que hemos hecho tenemos trozos de mármoles romanos, tinajas, que hoy desconocemos su procedencia, pero que en algún momento ocupaban un sitio en algún lugar de la ciudad, y el Ayuntamiento decidió que vinieran aquí por su valor. Tenemos portadas, artesonados que procedían de algún palacio y fueron traídos, de tal forma que ya hoy forman parte de la historia del Alcázar, como gran contenedor de elementos artísticos que no son suyos, sino que provienen de la ciudad o de sus proximidades.
La puerta hoy está integrada. Además, al rey, cuando salvó “aquellas piedras”, no se le ocurrió mejor idea que dejarlas en el Alcázar.
Hoy está integrada. Lo que ocurre es que la obra que se hizo en la puerta, hizo otra transformación y otra comunicación que con anterioridad no existía, porque por ahí iba el agua que venía de los caños de Carmona.
Ser el Palacio real en uso más antiguo de Europa ¿tiene algún valor intrínseco?
Hombre, tiene el valor de que está vivo. Está vivido. Está vivido por todos los visitantes que hoy podemos acceder a él y está vivido cuando el rey lo considera para su estancia.
El Alcázar, junto con el Archivo de Indias, la Catedral, la Giralda y el Patio de los Naranjos, forman el conjunto Patrimonio de la humanidad. ¿También forman parte las calles intermedias, la plaza del Triunfo, con el templete del triunfo sobre el terremoto y el monumento a la Inmaculada?
No son elementos que estén consolidados, que formen parte de la declaración de Patrimonio de a Humanidad, pero sí están dentro de su entorno. La delimitación de entorno encaja los edificios en una pieza mayor, en un conjunto, cada una por sí tiene su declaración, pero están incluidas en un entorno más amplio.
Ese entorno, que incluye parte de San Bartolomé y la zona antigua de Triana ¿podría ser declarado patrimonio mundial? ¿Merece la pena?
La declaración de Patrimonio mundial no es más que un reconocimiento universal. Antes decía que el Patrimonio es un valor social, pero no significa que vaya a estar más asumido por la sociedad, ni que vaya a tener mayor protección, porque la protección puede estar en la ley o en los papeles, pero después puede que por su propia vida desaparezca, desaparezca su protección. He conocido elementos que han estado declarados y se están perdiendo. También hay una lista de Patrimonio Mundial en peligro. Y si desaparece lo perdemos, por mucha declaración que tenga. La verdadera protección tiene que estar en la gente. Por ejemplo: si hoy desaparece un elemento tan reconocido como el Puente de Triana, creo que los sevillanos protestarían.
Ya protestamos en su momento. Por eso se mantuvo.
Si hoy estuviera en peligro la Catedral, el Archivo de Indias, el Alcázar, elementos consolidados, seguro que se no demolerían porque los que vivimos en SE no dejaríamos que se perdieran. Porque lo tenemos valorado. Sin embargo hay otros elementos, como el caserío, el caserío histórico, que hasta hace muy poco no ha tenido una protección. Entonces, como no han sido elementos valorados como patrimoniales, -por ejemplo, en los años 80 vivir en una casa vieja era un demérito, en comparación con vivir en un piso- pues no han sido protegidas. Entiendo que la valoración del patrimonio es la que hace su protección. Porque si un elemento no está valorado, por mucha protección que tenga, puede correr peligro. Siempre ayuda que legalmente esté protegido, pero si no se le valora es mucho más difícil.
Sin embargo se hacen listas, reuniones de ciudades patrimonio, parece que ser patrimonio tiene un valor especial
Bueno, y lo tiene
Pero a lo mejor el valor especial es que tiene más visitas y se deteriora más.
Claro, sí. Tiene un valor especial porque tiene un reconocimiento. Para ser Patrimonio Mundial los elementos tienen que tener un valor universal. ¿Tienen valor universal el Alcázar, la Catedral? Pues sí, la tienen. Son elementos que tienen valor universal. Es una insignia, un reconocimiento que de alguna forma nos facilita la difusión y el conocimiento. Por otra parte, es verdad que tenemos que mantener un equilibrio entre lo disfrutado y vivido y lo conservado. ¿Qué ocurre cuando se declaran nuevos elementos? Esos elementos entran en el circuito de la conservación y la comercialización. Mal no le viene, pero un equilibrio sí tiene que haber, para garantizar la conservación.
El tema y nuestra interlocutora dan para mucho más. Por eso, abusando de su amabilidad un poquitín más, la rematamos con una visita al Palacio, otra. Que ese Arte no cansa. Así podemos ofrecer a nuestros lectores una muestra en vídeo.