Sea por el asalto al sorpaso sobre el PP, sea porque puede dar guerra al PSOE, Arrimadas ya es ‘persona non grata’ en los mentideros del Madrid político. Personajes de peso en los medios de comunicación de la capital, como Francisco Marhuenda y J.Pedro Ramírez, ya han estado afilando las bayonetas este fin de semana.
Arrimadas ya lo tenía decidido. El pasado mes de noviembre le hizo llegar a Albert Rivera un mensaje claro y contundente: «Nos vamos a Madrid». La fecha coincidía con el traslado de su marido, Xavier Cima, a la capital para incorporarse a la consultora de comunicación Kreab España con el motivo de organizar diversos negocios.
Desde ese día, con un sigilo absoluto, los dos líderes naranjas han mantenido un pulso por encajar a la jerezana, todo indica que ha estado de paso por tierras catalanas, en la política nacional española. Nunca ha dejado de sentirse incómoda en una Cataluña menos provocadora que ella.
El paripé de este domingo en Waterloo se asemeja más a una despedida despechada sentimental hacia el President Puigdemont, con quien tuvo en su momento más de un rifirafe en el Parlament de Cataluña, que no a un acto político. Es más, con esa visita corrobora a Puigdemont en su ideario.
Rivera y su pareja política quieren copiar la estela de su irreconciliable enemigo Pablo Iglesias que forma tándem con Irene Montero, con la que tendrá que lidiar Arrimadas. La de Podemos tiene una trayectoria política nacional y un activismo social que le da ventaja sobre la andaluza.
No se ha dejado de oír estos últimos días en medios televisivos de Madrid desde la notícia del cambio de domicilio de la de Cs a la manera de llamarla, la «Juana de Arco catalana”, decía Marhuenda, «que está dispuesta a derrotarlos a todos a la vez». No solo a uno como hizo «Sant Jordi» acabando con el dragón.
El despliegue de verborrea españolista contra la oficialmente exdiputada del Parlament no ha hecho más que empezar. Igual que atacar a Cataluña en las elecciones que sean, estilo Arrimadas, para demostrar la españolidad.
Nos encontramos con el inmenso sacrificio de Arrimadas, quien abandona el Parlament de Cataluña para encabezar la lista de Ciudadanos por Barcelona y ayudar a Albert Rivera en su batalla nocturna y diurna para llegar a la Moncloa. Atención a los profundos cambios que le esperan a esta política.
Los medios de comunicación de Madrid reconocen haber creado el mito Arrimadas para que esta tuviera el reconocimiento y el tirón popular necesario en Cataluña, algo que irrita profundamente a Rivera.
Se espera que los amigos del Madrid la nuit de papel cuché de Rivera, convenza a Arrimadas para que participe con ellos. No es vista como una política de ideas o proyectos y sí de políticas menores y mucha imagen.
Madrid quiere que cumpla con un perfil bajo entre la derecha, la que está y la que viene. Que pueda triunfar en las tertulias políticas, en las páginas de vida social de los diarios, en los programas y revistas del corazón y poco más.
Inés Arrimadas comprobará lo bien que era tratada y consentida en Cataluña, y la echará de menos. Pero si se ha de quedar allí, que no sufra por volver, hay tiempo.
