El abogado de David Serrano, propietario de la finca de Totalán donde murió Julen y que está siendo investigado judicialmente por un presunto delito de homicidio imprudente, ha presentado esta mañana un informe, realizado por el hermano de Serrano, que trata de demostrar que Julen no falleció como consecuencia de su caída en el pozo el pasado 13 de enero.
En el escrito, presentado en el Juzgado de Instrucción número 9 de Málaga, se defiende que la piqueta usada en el rescate por los bomberos, para medir la profundidad del tapón y romperlo, pudo ser lo que ocasionara la muerte del pequeño.
Según dicho informe, al extraer la piqueta de un metro de longitud y siete kilogramos de peso por última vez, en torno a las 21:00 horas del día en el que desapareció Julen, se recogieron del extremo de ella ocho pelos del menor, tres de ellos con raíz.
El informe indica que podría haber perecido víctima de los impactos sobre su cabeza de una piqueta, una de las herramientas que emplearon los bomberos tan sólo horas después de su caída para eliminar el tapón de arena formado a los 73 metros de profundidad que hizo imposible acceder a su cuerpo durante los primeros días.
Tal como indica La Opinión de Málaga, los tres senderistas que paseaban por la zona del Dolmen de la Corona en Totalán (Málaga) el pasado 13 de enero y que ayudaron a los padres de Julen después de que el pequeño de 2 años cayera en el pozo, declararon el miércoles como testigos ante la jueza instructora del caso.
La instructora del caso ha citado a una docena de testigos, entre los que figuran, el próximo 12 de marzo, el pocero y el operario que hizo la zanja posterior al sondeo en la finca.