Meng, hija del fundador de la citada empresa, fue detenida en Vancouver en diciembre y se encuentra bajo arresto domiciliario. El Departamento de Estado estadounidense la imputó en enero por conspirar para violar las sanciones estadounidenses contra Irán.
«Hoy, el Departamento de Justicia de Canadá ha emitido la autorización para proceder, comenzando formalmente un proceso de extradición en el caso de Meng Wanzhou», ha dicho el Ejecutivo, según ha informado la cadena de televisión local CBC.
En respuesta, la Embajada de China ha criticado la decisión y ha subrayado que «no se trata sólo de un caso judicial, sino de una persecución política contra una empresa de tecnología punta».
«El resultado final del tribunal canadiense a la hora de gestionar este caso será una piedra de toque para determinar si Canadá se ciñe a la independencia judicial o no», ha señalado en su comunicado.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó en enero una serie de 23 cargos contra Huawei, el mayor fabricante mundial de equipos de telecomunicaciones, a la que acusa de espionaje industrial y de conspirar para infringir el régimen de sanciones a Irán, además de tratar de obstruir la acción de la Justicia, destruir pruebas y cometer fraude bancario.
Por su parte, Huawei rechazó todas las acusaciones estadounidenses, afirmando sentirse «decepcionada» por los cargos presentados.
Asimismo, las autoridades chinas detuvieron a dos canadienses poco después del arresto de Meng, si bien Pekín ha negado que exista una relación entre ambos casos. Además, un tribunal del país asiático condenó a muerte a un canadiense por tráfico de drogas, a pesar de que la Fiscalía pedía 15 años de cárcel. Aún cabe recurso contra este fallo.
Las autoridades chinas han reclamado la liberación inmediata de Meng, mientras que Canadá, apoyado por Estados Unidos, ha exigido lo mismo para sus dos ciudadanos.