Lo ocurrido a primera hora de la mañana en el Parlamento Vasco ha sido un preludio de lo que se iba a ver a lo largo de todo el día por los diferentes lugares de Euskal Herria. Cuando a las 9:30h tenía que dar comienzo el Pleno de Control, éste ha tenido que ser suspendido por falta de quorum.
La Cámara vasca que está conformada por 40 parlamentarias y 35 parlamentarios, ha visto como 36 de sus parlamentarias de los grupos del PNV, EH Bildu, Elkarrekin Podemos y PSE-EE se sumaban a la huelga, así como otros parlamentarios de dichos partidos, por lo que ha sido imposible alcanzar el quorum necesario de un mínimo de 38 electos presentes tal como establece el Reglamento. Tan solo las cuatro parlamentarias del PP han hecho acto de presencia en el salón de sesiones, junto con el resto de parlamentarios de su grupo y algunos de otros grupos políticos. Pasados varios minutos de la hora oficial de comienzo y ante la ausencia también de la Presidenta y la Vicepresidenta primera, el vicepresidente segundo comunicaba a los presentes que era imposible constituir el Pleno.
Según avanzaba la mañana, decenas de miles de mujeres han llenado las principales plazas de las diferentes localidades vascas, empezando por sus capitales. Para las doce del mediodía en Vitoria-Gasteiz estaban ya repletas la Plaza nueva y la Plaza de la Virgen Blanca. Lo mismo ocurría en Donostia, donde las diferentes columnas provenientes de los barrios de la capital gipuzkoana llenaban el Boulevard, que se veía repleto de mujeres al mismo tiempo que miles de personas abarrotaban la Plaza del Castillo en Iruña/Pamplona. Al mismo tiempo unas treinta mil mujeres en Bilbao atravesaban los diferentes puentes de la Ría y confluían ante el Ayuntamiento bilbaino.
Por la tarde impresionantes manifestaciones han recorrido las calles de Bilbao, Baiona, Donosti, Iruña y Vitoria-Gasteiz tiñendo de morado la geografía vasca y reivindicando de forma masiva, por segundo año consecutivo, la igualdad de derechos, poniendo fin a una jornada en la que esta primera huelga feminista y la movilización masiva de mujeres han convertido las calles en un clamor que ha de ser escuchado no solo en el Día Internacional de la Mujer.