Otro caso más de desorden o corruptela en las Fuerzas Armadas españolas ha quedado resuelto en el día de ayer. El Supremo ha concluido que el «descontrol y ausencia de la menor vigilancia» por parte de los oficiales de la fragata Navarra favoreció el «saqueo» que sufrió en 2012 este buque de guerra de la Armada española, atracado en la base naval de Rota (Cádiz).
El tribunal que ahora está inmerso en el juicio a los presos políticos de Cataluña, ve “inexplicable” que los máximos mandos del barco no se percataran de lo que ocurría en el interior del buque.
Doce miembros de la tripulación de la Navarra han sido condenados a penas de entre nueve y 30 meses de cárcel por robar del barco casi 12.000 kilos de plomo en lingotes que servían como lastre.
Los vendieron a chatarrerías de la provincia de Cádiz. La fragata Navarra es uno de los dos barcos de guerra que España envió a Perejil en julio de 2002 durante una crisis con Marruecos por la titularidad de este islote y también ha intervenido en operaciones antipiratería en Somalia, entre otras misiones.