Cuando el populismo se asienta en la política, las neurosis, paranoias, alucinaciones y un largo etcétera de discapacidades intelectuales, salen a la luz sin rubor alguno. Más aún cuando este, es el que consigue salir de las cuevas más profundas, oscuras de la ignorancia y el racismo. De aquellos, que incapaces de aportar solución alguna a los problemas de la sociedad del presente, sacan de sus sepulturas a aquellos que solo aportaron terror, atraso y sufrimientos a la población.
Sacar a D. Pelayo, Carlos V, los Reyes Católicos o al inquisidor Torquemada, como solución de los problemas actuales, es un claro intento de reconquista, sí, pero del pasado más oscuro de la historia de la península ibérica. Un intento de paso atrás, que, en caso de conseguirlo, enviará a la sociedad europea a finales del siglo XIX.
Nada que reconquistar, y mucho que conquistar. Conquistar la plena igualdad entre géneros, o reconquistar el papel sumiso de las mujeres; conquistar una educación de calidad gratuita para todos por igual, o reconquistar una educación parcial, pensada para las élites y separación de clases; conquistar una sanidad pública de calidad y universal, o reconquistar una sanidad privada para unos cuantos; conquistar el pleno empleo, o reconquistamos las fronteras, cortamos la inmigración y enviamos a las mujeres a casa para lograr el falso pleno empleo, y todo un largo etcétera de conquistas sociales, políticas, económicas y culturales.
Nada que reconquistar pues, y menos de la mano de los que predican hoy, a los predicadores del pasado, la intolerancia y el odio a todo aquello que traiga progreso e igualdad. No hace falta reconquistar a D. Pelayo, ni a Calos V, ni a los Reyes Católicos, ni ningún personaje de estos que debieran estar en los libros de historia, sí, pero junto a los nombres del terror y el genocidio junto a los Mussolini o Hitler.
En todo caso, si hay que recuperar del pasado, es justo lo contrario que añoran los reconquistadores, que no es otra cosa que la sociedad de progreso y tolerancia en la que, la medicina, astronomía, filosofía, plurilingüe, pluricultural y religiosa que hicieron de Europa una zona de crecimiento que consiguió el comienzo de la luz, donde antes solo había oscuridad, de las manos de genios como Maimónides, Averroes, Séneca, Ibn Gabiron, Benjamin de Tudela, Ibn Battuta, Hasdai ibn Shaprut, entre otros tantos y tantos.
Por todo ello no es momento de RECONQUISTAS, sino de CONQUISTAS. Esas conquistas que aún no se han logrado en la sociedad de bien entrado el siglo XXI. Reconquistar el pasado, o conquistar el futuro, eso es lo que está en juego en estos momentos.
Pedro I. Altamirano
@altamiranoMLG