El martes y miércoles de la semana pasada durante el juicio de los presos políticos catalanes, que se encuentra en la fase testimonial, llegaron al Supremo dos de los testimonios que más han llamado la atención y más se han comentado, por la narración tan surrealista que hicieron en relación a la situación vivida en Cataluña durante los momentos previos al 1-O y durante esa jornada.
El primero de los tan comentados testimonios fue el “mayordomo” designado en Cataluña durante el gobierno de M. Rajoy, Enric Millo. Parece ser que este ser no tuvo suficiente con el golpe de estado del Artículo 155 que aún baila las aguas a sus amos: describió la situación como una auténtica guerra protagonizada por el independentismo.
Entre otras cosas relató el 20-S como un alzamiento violento sin haber estado presente y sin tener presente los derechos de manifestación y reunión que se encuentran entre los derechos humanos mas fundamentales. Por otro lado, también describió la jornada en la que el Estado y toda su maquinaria quedó en evidencia, cuando ellos y el resto del mundo vieron las urnas de las que tanto se habló y no pudieron interceptar de ninguna manera. Este hecho hizo que el bufón del regimen del 78 se presentara en el Supremo con sed de venganza; fueron tantas las ganas que les tenía que pasó todas las líneas que hubiéramos podido imaginar.
Fairy, la marca de jabón, como si de una arma de fuego de alto riesgo se tratara, fue con lo que Millo decidió relatar una táctica de la cual ni hay imagenes ni él las presenció en directo. Simplemente dijo “me dijeron”, pero casualmente no se acuerda ni de la fuente. Esta consistía, según contó, en lanzar esta marca de jabón en el suelo para que las fuerzas de ocupación cayeran y posteriormente se les pateara la cabeza, cosa que todos sabemos que es totalmente falso.
Otro de los hechos que también llamó mucho la atención fue el tipo de lesiones y heridas que Guardia Civil y Policia Nacional habrían sufrido en consecuencia: fracturas y patadas, entre ellas. Pero parece ser que este tipo de animal puede sufrir fracturas y patadas en la cabeza y no se le hospitaliza ni se le atiende médicamente, tal como afirmó el coordinador del dispositivo el señor Perez de los Cobos. Un tanto curioso, la verdad.
Como no podía ser de ninguna otra manera, las redes y la opinión pública se han mofado de la manera en la que el bufón relató estos hechos y ha habido una inundación de “memes” y comentarios de manera satírica y irónica que se han hecho muy notorios.