Uno de los problemas de autodeterminación más enquistados del siglo XX, es sin duda alguna, el del Sahara. Un problema ocasionado en 1975 y que, décadas después, aún espera una solución real y definitiva para el pueblo saharaoui.
Una de las alternativas que se debate en estos momentos, es la incorporación del Sahara al Reino de Marruecos, bajo una amplia autonomía que respete sus señas de identidad nacional y cultural, además de la autonomía financiera. Para ello hablamos con el Presidente de la Fondation de la Reunification des Saharaouis Marocains dans le Monde, Sr. Mahmoud El Boukhari.
¿Esta solución significa que el pueblo saharaoui se da por rendido en su lucha por la autodeterminación e independencia?
Rendidos no, pero basta ya de 43 años de sufrimiento y dispersión del pueblo saharaoui. Hay que recordar que desde 1975 a 1989 estuvimos en una guerra sin fin, que solo ocasionó muertes y ruina para todas las partes. Tras el alto el fuego, han pasado décadas de negociaciones políticas sin alternativas reales, y seguimos en una situación insostenible para todos, tanto en lo social, como económico lejos de nuestra tierra. Por lo tanto, no estamos hablando de rendición, sino de negociación y buscar una salida real y sostenible para todos.
¿Permitirá Marruecos un referendo para que el pueblo saharauoi pueda opinar sobre esta alternativa de anexión autonómica?
El problema hoy no es el referendo. ¿Cómo organizar un referendo cuando es imposible saber quién puede participar, cuando la mayoría de las personas implicadas en 1975 por desgracia ya no están? Hoy existe toda una nueva generación de saharoius que nacieron fuera del Sahara, fuera de los campamentos, que son más españoles, europeos o americanos que saharaoui, que poco saben de lo que ocurrió, pero que por culpa de este problema viven en un estado virtual, que no existe, y hay que darles una solución para el futuro. No, el problema no es el referendo a estas alturas.
¿Cuál es la solución que se plantea?
El Gobierno de Marruecos, a instancias del Rey Mohamme VI, ha aportado como solución definitiva, conceder una amplia autónomía (Hokm Dati) en las condiciones que se acuerden entre ambas partes. De ahí la importancia de la unidad del mayor número de saharaouis, ya que contra más fuertes seamos, mejor podremos negociar con el Gobierno de Marruecos. Esa es la labor de la Fundación que presido.
¿Cuántos saharaouis crees que están de acuerdo con esta solución?
Creo que alrededor de alrededor de un 72% de los saharouis están de acuerdo. Me he reunido con la mayoría de los colectivos, tanto en el propio Sahara, con fuera de del mismo, en Marruecos, Europa y otros países. Debo reconocer que aquellos que están bajo la influencia de Argelia es más complicado, ya que el Gobierno de Argelia impide el contacto con los pocos saharaouis, sobre todo mujeres y niños, que quedan en los campamentos.
Por ello es que pedimos a los Gobiernos de Marruecos, Argelía y a la Unión Europea, toda la ayuda posible para sacar adelante esta solución que proponemos, y que tantos beneficios y estabilidad ha dado a España.
¿Qué opina el frente Polisario?
El problema del Frente Polisario, es que no se cree la oferta realizada por Marruecos. Es por ello de vital importancia, realizar un congreso a propuesta de la Fundación, en el que podamos debatir en libertad todos los saharaouis, y esto es muy importante, solo saharaouis, sobre la alternativa que propone Marruecos. Tengo la esperanza, que el Frente Polisario participe de dicho congreso. De hecho ya se está en contactos con responsables del mismo.
¿Cuántas personas integran hoy la Fundación?
En estos momentos no dispongo de la cifra exacta, pero puedo indicar, que tenemos socios en todo el Sahara, Marruecos, España, Francia, Bélgica, Holanda, Italia, Alemania, Suecia y una larga lista de países de todo el mundo. El crecimiento de la Fundación es tan grande, que acabamos de crear una Asociación en España para toda Europa, y poder dar apoyo a los saharaouis que están en Europa. Por lo que el número de socios crece a diario.
¿Cómo os financiáis?
De momento no recibimos ayuda de nadie. Cada uno de nosotros vamos pagando de nuestros bolsillos y ahorros. En lo personal, me está suponiendo un gran esfuerzo y quebranto económico. Esperamos, que poco a poco, los socios, que son personas muy humildes y con pocos recursos, puedan, dentro de sus posibilidades, ir aportando ayuda económica para el funcionamiento de la fundación. Del mismo modo estamos intentando pedir ayuda a los Gobiernos, para nos puedan ayudar, ya que es un bien para todos.