El caso de la tesis doctoral del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, continúa creciendo entre irregularidades y mentiras, según asegura el diario ABC.
El Consejo de Transparencia y Buen Gobierno (CTBG), órgano encargado de promover la transparencia en la actividad pública, ha confirmado esta semana que en la Moncloa nunca existió un informe antiplagio.
Es más, nadie parece haber visto nunca el resultado del test. El 14 de septiembre pasado, sin embargo, se emitió un comunicado por los canales del Gobierno defendiendo lo contrario para proteger a Sánchez. Suma y sigue.
A la lista de plagios de la tesis del presidente del Gobierno que estaban siendo analizados en una comisión de investigación del Senado que ha finalizado por el adelanto electoral, hay que añadirle ahora la instrumentalización de la Moncloapara difundir un informe que nunca vieron. Un montaje elaborado de cara a la opinión pública para intentar frenar el daño del escándalo. Según el cual
Por otro lado, cometió lo que se denomina autoplagio o contenido duplicado, al insertar en su tesis, sin cita alguna, dos artículos que había publicado meses antes en revistas científicas junto a otro profesor.
Según la investigación, contiene decenas de corta-pegas que constituyen lo que se denomina “falta de integridad académica”. “Esgrimen un informe no oficial, que no se sabe si existe, ni con qué dinero se pagó, ni sí se pagó.
Al parecer, el nombre del ‘negro’, verdadero autor del trabajo de doctorado, era Carlos Ocaña. Siempre en condicional, Ocaña sería el verdadero autor del trabajo que con unos pequeños añadidos por parte del hoy presidente, se convertiría en su vigiladísima tesis doctoral.