Los españoles son de los trabajadores que más poder adquisitivo perdieron en el 2018, tras los ingleses e italianos, según un estudio de la organización nacional de los sindicatos ingleses y galeses, Trades Union Congress (TUC), que integra a 5,6 millones de trabajadores.
Tomando para su análisis las previsiones realizadas por los países de la OCDE, la TUC subraya que sólo los trabajadores españoles, italianos y británicos no obtendrán suficientes subidas salariales como para contrarrestar el aumento del coste de la vida, la inflación prevista,
Hoy la Unión General de Trabajadores (UGT) ha denunciado que los salarios de los trabajadores españoles han perdido 2,6 puntos de poder adquisitivo en el conjunto de 2017 y 2018.
El sindicato ha argumentado que, según la Encuesta de Coste Laboral publicada hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el coste laboral y el coste salarial crecieron un 1% en 2018, frente a un IPC medio del 1,7%, con lo que los salarios perdieron siete décimas de poder de compra.
A ello hay que sumar los 1,9 puntos de poder adquisitivo que se perdieron en 2017, lo que arroja en el conjunto de ambos años una pérdida de poder de compra de los salarios de 2,6 puntos.
Si se amplía la perspectiva temporal, UGT cifra en 7,8 puntos la pérdida de poder adquisitivo de los salarios desde 2010, y todo ello, denuncia, en un contexto en el que las empresas siguen aumentando sus beneficios y repartiendo «cuantiosos dividendos».
Para UGT, esta situación es «inadmisible», por lo que pide a las empresas que, siguiendo las directrices marcadas en el pacto de convenios, aumenten los salarios reales de los trabajadores.
El sindicato también ha reclamado a los partidos políticos que asuman en sus programas electorales «la necesaria dignificación de los salarios«, especialmente la de los más bajos.
Resulta insultante escuchar el evangelio del Gobierno de turno y sus ministros cuando los asalariados españoles es muy posible que no recuperen la capacidad de compra que tenían antes de la crisis hasta 2025. Eso supondría una travesía del desierto de 17 años.