Cataluña permite adelantar a España en avance del PIB y situarse otra vez a la vanguardia del crecimiento en el país. De esta forma, Cataluña ha conseguido dejar atrás la fase de ‘valle’ en su economía provocada por la incertidumbre del 1-O. La situación política actual con el juicio al ‘procés’ y los presos y exiliados políticos ha dificltado ese crecimiento, pero al menos ha generado un escenario de calma que ha devuelto la confianza a los agentes económicos.
La economía catalana creció un 2,6% en el ejercicio de 2018 y el PIB catalán alcanzó los 242.313 millones de euros, ha informado este miércoles la Conselleria de Economía de la Generalitat en base a datos del Idescat.
Según destaca, este crecimiento es menor al registrado en los últimos tres años –3,4% en 2016, un 3,3% en 2017 y el 2,6% de 2018– si bien subraya que es una décima superior al PIB español (2,5% avance anual) y siete décimas por encima de la media de la UE-28 (1,9%).
La demanda interna mantuvo un crecimiento del 2,5% –cuatro décimas menos que el pasado año–, mientras que la evolución del sector exterior registra una desaceleración de la actividad exportadora: 5,1% en 2017 y 2% en 2018.
La Conselleria señala que esta evolución a la baja de las exportaciones es general en la Unión Europea y coherente con la tendencia del comercio en el ámbito mundial.
Sector Industrial
Por sectores, la construcción lideró el crecimiento económico del 2018 en Catalunya, con un 4,7%, si bien el cambio más significativo lo registró la industria, que pasó de una tasa de crecimiento del 4,8% en 2017 a una del 1,1% en 2018.
Los servicios aumentaron su actividad un 2,9%, tres décimas más que el año anterior, y debido a su importante peso en la economía –161.755 millones de euros– fueron los principales responsables de la evolución.
La evolución trimestral registró una desaceleración del PIB catalán interanual, que fue del 3,3% del primer trimestre hasta el 1,8% del cuatro trimestre.