El presidente de la Generalitat, Quim Torra, se ha abierto a que el independentismo negocie la investidura de Pedro Sánchez si el candidato a la Presidencia por el PSOE acepta tras los comicios entablar un diálogo con la Generalitat sobre «todo» y con la figura del relator que dé fe sobre los encuentros.
En una entrevista en Ser Catalunya, ha prometido que el independentismo no va al Congreso a bloquearlo, sino a intentar desbloquear la situación de Catalunya y esto pasa por el «derecho de autodeterminación».
«Si el señor Pedro Sánchez tiene la voluntad real de diálogo y no de hacerse fotos, si quiere hablar de todo, si hay la figura de un relator, sí, hablemos», ha resumido Torra, que también ha dicho que sería una pésima noticia que gobernara una alianza entre PP, Cs y Vox.
«A Sánchez le plantearemos lo que le hemos planteado en cada reunión. Hablar del derecho a la autodeterminación, que él ponga sobre la mesa la propuesta del Gobierno, y que haya un relator para poder avanzar en un proceso claro, limpio y transparente de negociación», ha expuesto Torra.
Torra ha dicho que no tiene «ninguna duda» de que si Sánchez puede escoger tras las elecciones entre si pactar con Cs o con los partidos que le apoyaron en la moción de censura, elegirá a la formación de Albert Rivera, lo que a, su juicio, pone a Catalunya en riesgo de ser objeto de otro 155.
El presidente catalán, que ha explicado que ha leído fragmentos del libro que publicó recientemente Sánchez, ha recordado que el 155 se aplicó con el apoyo también del PSOE y ha concluido: «La propuesta estrella de Vox es aplicar el 155 y hay que recordar que esto el PSOE ya lo ha hecho».
Ha insistido en un referéndum sobre la independencia para desencallar la situación, con una pregunta binaria y clara, y que valgan el 50 por ciento de los votos a la hora de decantar la balanza: «Las cosas se ganan con el 50 por ciento. ¿O es que los catalanes tenemos menos derechos que los escoceses?».
Senadores franceses
Torra ha calificado de vergüenza el juicio del 1-O que se está celebrando en el Tribunal Supremo y ha advertido de que, si la sentencia a los líderes independentistas encausados no es absolutoria, esto se traducirá en una «gran indignación» en Catalunya, aunque no ha dado más detalles.
El presidente catalán ha dicho que cuando viaja al extranjero percibe que en el exterior también se visualiza el juicio como una «vulneración elemental» de los derechos civiles y ha asegurado que, prueba de ello, es el reciente manifiesto de los 41 senadores franceses.
Sin embargo, ha explicado que en estos viajes también percibe que la independencia no genera grandes apoyos internacionales, porque los países actúan como «clubes de Estados» y no parecen interesados en avalar la independencia de una parte –Catalunya– de uno de ellos.
Lazos amarillos
Ha defendido la gestión que ha hecho la Generalitat en la polémica con la Junta Electoral Central (JEC) sobre los lazos amarillos, y ha asegurado que la actuación de su Govern no podía ser otra porque «no hay batallas pequeñas en defensa de libertad de expresión«.
La polémica entre la Generalitat y la JEC por los lazos acabó con estos símbolos siendo retirados de las fachadas de las consellerias –lo que pedía el organismo electoral–, pero Torra ha insistido en que él ni dio la orden ni la dará: «No daré nunca una orden de retirar un lazo amarillo«.
Preguntados por si los consellers de ERC en el Govern eran partidarios de otra estrategia, es decir, de retirar los lazos amarillos sin más disputas, ha replicado que su Ejecutivo tomó la decisión por unanimidad y ha apelado a que las deliberaciones del Consell Executiu «son secretas».