Comienza la carrera por el 28-A. Aznar abrirá la campaña en Barcelona, y después hará actos en Almería (el 23 de abril), en Albacete (el 24) y en Burgos (el 25), según El Mundo. Todos, enclaves estratégicos para apuntalar el voto útil de la derecha o de la extrema derecha, que se encuentra en liza, con toda su volatilidad a cuestas. Además, está previsto que acuda al cierre de la campaña popular en Madrid, el viernes 26, dos días antes de votar.
«Esta campaña me van a tener que oír«. Así de contundente ha sido José María Aznar a la hora de transmitir en su entorno cómo enfoca las elecciones más decisivas para el Partido Popular desde su refundación. El expresidente va a tener una notable participación en la recta final hacia las urnas, y para ello ha elegido algunas de las provincias en las que Vox le disputa el voto al PP, o incluso el liderazgo de la derecha (según las encuestas).
Vuelta a las esencias de ‘más allá’ de la derecha
De esta manera, tanto Génova como Aznar escenifican la «vuelta a las esencias» del PP. «Los que se fueron porque no encontraban el PP de siempre ya no pueden decir que no lo hayamos recuperado», apunta, gráficamente, un dirigente de la cúpula popular. «El papel de Aznar es importante porque está advirtiendo de que la fractura del voto significa cuatro años de Sánchez», agrega.
El expresidente del Gobierno ha ido salpicando la precampaña de intervenciones cada vez más contundentes, en las que ha alertado de la importancia de aglutinar el voto de la derecha en las siglas del PP y ha retado al líder de Vox a llamarle «derechita cobarde» a la cara. Así, ha visitado Valencia, Elche, Murcia o Tomares (Sevilla). En todas ellas ha destacado su idea-fuerza de ultraderecha: «O se unifica el voto en Casado o el sistema constitucional estará en grave riesgo«.