El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, se reunirá este lunes con los cónsules de países extranjeros destinados en Barcelona, según consta en la agenda oficial difundida este viernes por su Departamento.
Borrell estará en Barcelona para participar en un ‘pseudo debate’ sobre el futuro de Europa con el ex primer ministro italiano Enrico Letta y aprovechará para mantener un intercambio de puntos de vista con los cónsules, tanto con los que son diplomáticos de carrera como con los honorarios.
Se trata, según fuentes de Exteriores, de mantener la interlocución con ellos, aunque a nadie se le escapa que la estrategia es hablar sobre el Procés, analizar cómo facilitarles el ejercicio de la función consular e intercambiar puntos de vista. En Barcelona hay actualmente 96 cónsules, entre los que son de carrera, enviados por sus respectivos gobiernos, y los que son ‘honorarios’, con funciones algo más limitadas.
Los cónsules son un colectivo que ha recibido mucha atención de parte del ministro Josep Borrell, por su bien conocida catalanófobia. Su nerviosimo cuando algún responsable político catalán entra en contacto con ellos, es evidente y de sobras conocido, por los medios de comunicación españoles e internacionales.
Sin ir más lejos el pasado mes de julio, el presidente catalán, Quim Torra, reunió a los cónsules en la ciudad y ante ellos volvió a insistir en que el derecho de autodeterminación es algo «esencial» y que el independentismo no se rendirá hasta conseguirlo. La reunión motivó que Borrell diese instrucciones para enviar a los cónsules documentación sobre la situación en Cataluña.
Caza de brujas avergonzante contra Cónsules Honorarios
Las posiciones del independentismo han encontrado eco en los diplomáticos de otros países, y por eso el Gobierno ha tenido varios avergonzantes incidentes con cónsules honorarios, que suelen ser ciudadanos españoles, y un total de cinco ya han sido cesados.
El último el pasado noviembre, fué el de Grecia, Fernando Turro i Homedes, destituido a petición del Gobierno español, ya con Borrell en Exteriores, por «agravios a la bandera». Unos meses antes lo fue el de Finlandia, Albert Ginjaume, después de meses de avisos del Gobierno español a la Embajada finlandesa sobre sus actividades.
Anteriormente habían sido cesados los cónsules honorarios de Letonia, Xavier Vinyals -en 2016, por exhibir una estelada en la fachada del consulado-; el de Filipinas, Jordi Puig -que participó en una manifestación durante el paro convocado en Cataluña el 3 de octubre- y el búlgaro Hristo Stoichkov.
El exfutbolista fue cesado en octubre del 2017 tras una aparición pública en la que tildó de franquista a la entonces vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
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Hristo Stoichkov solicitaba la dimisión de Soraya Sáenz de Santamaría por el 1-O
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