Recuerdo con claridad que la semana pasada en varias ocasiones estuve cerca de no salir, incluso hablé con varios amigos sobre lo poco que me gustaba el asunto, pero el cabo Marco Antonio Santos, un demócrata y un amigo, iba a salir sí o sí. Así que, me decidí. No quería dejar solo a quien ha estado luchando conmigo cinco años, casi desde el principio, y eso que mi corta experiencia con medios ya me hacían sospechar solo con la preparación de la intervención que algo no iba bien. Sin embargo, si el cabo Marcos salía era necesario apuntalar una serie de cuestiones que él no podía.
Era necesario recalcar la responsabilidad de la ministra de Defensa, Margarita Robles, en su persecución, ya fuera por acción u omisión. Y eso fue lo que intenté durante la intervención que tuve en el programa del pasado viernes 12 de abril y eso fue lo que comenzó a torcer todo. Puede que en la intervención de ayer martes 16 de abril no quedara claro, por incapacidad mía, pero en la transcripción de la entrevista entre Marta Flich y yo se evidencia que el mensaje quedó desvirtuado entre confusiones y corte. En mi opinión no hay ninguna duda: se protegió al PSOE (al final del post se puede leer dicha transcripción).
En cuanto aparece la responsabilidad de la ministra de Defensa esta es desviada hacia la cúpula militar y, además, se introduce en al menos dos ocasiones claros elementos de confusión a la entrevista, aunque mis manifestaciones son coherentes, para finalizar interrumpiendo la misma. Y esto al leer la transcripción no ofrece lugar a la duda. Las incoherencias no son mías, sino de la otra parte.
Parece ser que todo fue una cuestión métrica, exceso de tiempo, y una cuestión del directo.
En cuanto a ayer, martes 16 de abril, también estuve cerca de no acudir. Lo pensé en varias ocasiones, pero llegué a la conclusión de que ya no había retorno y que, una vez dado el primer paso, no quedaba más remedio que aguantar el chaparrón. Mejor eso que recibirlo sin ni siquiera poder defender mi posición. Pero incluso en esas reconozco que llegué a pensar que todo quedaría en ‘esto ha sido un malentendido, comenta lo que quieras decir y suerte’, algo que hablando de métrica nos habría llevado un par de minutos. Poco más.
El caso es que la entrevista duró quince minutos, y eso que la cuestión métrica es trascendental en televisión. Pero a estas alturas ya es lo de menos. He de reconocer mi error. Mi error de pensar que la información tenía alguna posibilidad contra el ‘show’.
Una ligera revisión de la entrevista demuestra que de los quince minutos que duró la entrevista, catorce fueron de ‘show’ y solo uno de información, lo que revela hasta qué punto perdí. Hasta qué punto fui incapaz de conducir la entrevista hacia la información. Hasta qué punto fui incapaz de dirigir el foco hacia lo realmente importante: la información que el viernes 12 de abril quedó difusa y aquella que no pude ofrecer. Y eso que hubo minutos de sobra para ello. Pero no supe, no supe en ningún caso detener y canalizar el flujo y debería haber podido. Ganaron ellos y por goleada o perdí yo: 14-1. Así que, haré lo que hay que hacer en las ocasiones en las que se pierde, y más cuando ello ocurre con tanta contundencia: dar la mano al rival.
Quisiera dar las gracias a Risto Mejide, Marta Flich y, por supuesto, a ‘Todo es mentira’ por el minuto de tiempo en televisión que me prestaron ayer martes 16 de abril, siempre muy valioso, en el que me permitieron explicar los motivos por los que Margarita Robles es responsable de la persecución del cabo demócrata Marco Antonio Santos Soto. Esto es: la ministra de Defensa puede sancionar, cesar en funciones y/o destinar a cualquier militar a su voluntad. Por tanto, en el caso de estar un militar acometiendo algo que no fuera de su agrado, como un expediente disciplinario a un militar demócrata que respalda la decisión del gobierno socialista (lo que en este caso es una persecución ideológica), podría tomar medidas inmediatas sobre él o ella. Y sobre cualquier militar, así como sobre la cúpula castrense, a la que puede cesar casi al instante.
Así pues, si el cabo demócrata y firmante del manifiesto antifranquista, Marco Antonio Santos Soto, es expedientado y cesado en funciones debe quedar claro que Margarita Robles podría impedirlo. Y no lo hace.
En ese mismo minuto, además, también pude aclarar que manifestar que Franco fue un genocida no es ningún pronunciamiento de tipo político, sino un hecho histórico contrastado. Algo que se pretendió dejar en entredicho durante la emisión de un breve video un tanto de aquella manera en la que compañeros de trabajo pretenden ayudar a una compañera.
Y, aunque parezca mentira, dentro de ese corto espacio de tiempo también pude aseverar a la audiencia que en Alemania, a diferencia de España, se persiguen militares fascistas y no demócratas. Prueba de ello es que en 2016 y 2017 se expulsaron y/o investigaron militares nazis, algo que se sitúa en las antípodas de lo que sucede en España, donde se persigue al militar demócrata. Al que se le ha llegado a investigar su pasado.
Por último, y dado el enorme valor de los minutos en televisión, algo que tanto Risto como Marta y el resto de colaboradores de ‘Todo es mentira’ me recordaron, también quisiera dar las gracias por los otros catorce minutos de intervención.
Todo podría haber sido cuestión de tres minutos diáfanos, los dos del primer día y este tercero del que disfruté ayer martes (y lo ideal hubiera sido que los tres minutos hubieran acaecido el viernes pasado), pero al final fueron diecisiete minutos y dos entrevistas (contando los ocho minutos de la intervención del cabo Marco Antonio Santos Soto serían un total de 25 minutos en dos intervenciones).
Pero si ello hubiera sido así, si en lugar de aparecer 17 minutos hubiera aparecido tres minutos (y sin confusiones, como en FAQs de TV3), ello habría supuesto un marcador de 3-0 entre información y ‘show’ y los telespectadores habrían podido recoger la información con claridad y sin confusión ni ruido: el PSOE es responsable de la persecución del cabo Marco Antonio Santos Soto.
Sin embargo, el bagaje final arroja un demoledor 14-3. Ganó el ‘show’, ganó la confusión. Y ganó, finalmente, y de manera rotunda, y puede que para satisfacción de algunos, el PSOE. Porque el viernes el partido socialista y Margarita Robles fueron los más beneficiados y ayer ocurrió otro tanto de los mismo. Quizás por ello Cuatro Televisión hace tiempo que eliminó la información y la sustituyó por el ‘show’.
https://www.youtube.com/watch?
Luis Gonzalo Segura es exteniente expulsado por denunciar corrupción en el Ejército de Tierra y autor de ‘Un paso al frente’ (2014), ‘Código rojo’ (2015) y ‘El libro negro del Ejército español’ (2017).
Transcripción del diálogo entre Marta Flich y el exteniente Segura en ‘Todo es mentira’
-Marta Flich: Explícanos cómo ves el caso de Marco Antonio, en qué crees que va a acabar.
-Exteniente Segura: “Bueno, claramente a día de hoy hay una persecución hacia él, tiene ya tres faltas graves abiertas, una falta muy grave. Entonces lo que a día de hoy pretenden es expulsarle lo cual es claramente contradictorio si tenemos en cuenta que nos encontramos ante una ministra Margarita Robles, del Partido Socialista, que está permitiendo o bien organizando una campaña para expulsar a un militar demócrata que ha firmado un manifiesto en contra de una serie de militares que se ha posicionado a favor de Franco y que, además, se han posicionado en contra de la propia decisión del gobierno. Esto es absolutamente surrealista. Que los socialistas persigan a los militares demócratas y les intenten expulsar es absolutamente hipócrita y cínico por parte del Partido Socialista y muy especialmente por parte de Margarita Robles”.
-Marta Flich: Bueno, son mandos del Ejército en realidad, ¿no?, porque los militares han firmado la exhumación.
-Exteniente Segura: Bueno, los que han firmado, evidentemente, el manifiesto a favor de Franco, es decir, un manifiesto franquista, fascista, que no se permitiría en país como Alemania, en el cual sería un delito, o incluso en Francia o Italia, efectivamente esos son los mandos. Los que a día de hoy están persiguiendo al cabo Santos es la cúpula militar que obviamente depende de Margarita Robles que es la ministra de Defensa. Por lo tanto, es la ministra de Defensa y es Margarita Robles, plenamente responsable de esta persecución y este acoso que está viviendo un militar única y exclusivamente por ser demócrata. Es decir, por defender la decisión del gobierno socialista de exhumar los restos de Franco. Esto obviamente es algo que a mí personalmente me parece aberrante y que, además, si alguien alega que no es una cuestión de Margarita Robles, que Margarita Robles no tiene nada que ver o que el PSOE no tiene nada que ver, entonces nos encontramos en un escenario todavía peor porque significa que la cúpula militar funciona de forma completamente autónoma que no está subordinada al poder…
-Interrumpe Marta Flich: Pero vamos a ver Luis, perdóname, de verdad, no sé hasta qué punto tiene sentido que un gobierno que está intentando exhumar el cadáver de Franco en este caso esté a favor de un manifiesto a favor de Franco. No entiendo…
-Exteniente Segura: No, no, perdón, el manifiesto que firma Marco Antonio Santos es en contra de Franco.
-Marta Flich: Sí, sí, por eso.
-Exteniente Segura: Por tanto es… sentido no tiene ninguno. Sentido el que nos puedan estar engañando. Sentido el que el Partido Socialista realmente lo que está haciendo es organizar una campaña mediática para de alguna manera demostrar que está en contra del franquismo pero después lo permite dentro de la cúpula militar. Es decir, el que más de 1.000 altos mandos militares se haya posicionado a favor de Franco es algo que tendría que haber hecho saltar las alarmas del ministerio de Defensa y tendría que haber provocado, además, una investigación a fondo. Pensemos, por ejemplo…
-Interrumpe Marta Flich: Nos vamos a enterar Luis, efectivamente, de en qué punto está exactamente esto y de qué tiene que decir el ministerio de Defensa respecto a todo esto para poder diferenciar las partes y poderles informar bien. Gracias, recogemos vuestro testimonio y seguiremos hablando de ello.
