El PP, tras la debacle en las generales, anda como pollo si cabeza. Ahora, en los feudos castellanos de ambos, según el CIS, el PSOE gana en 10 de las 12 autonomías y la crisis del PP se ahonda. Obligan otras estrategias.
Los cambios en la campaña del PP para las elecciones municipales, autonómicas y europeas del 26-M respecto a la de las generales son claros y alcanzan también al papel de los expresidentes del Gobierno: José María Aznar estará fuera de España (no ha cerrado acto alguno) y Mariano Rajoyamplía su colaboración al margen de Galicia, hasta Canarias y Zamora de momento.
Después del desastre del 28-A, Pablo Casado da la vuelta a casi todo. Con nueva dirección (Cuca Gamarra e Isabel García Tejerina), en esta campaña del PP habrá menos ideología y más propuestas prácticas al ser comicios locales y con protagonismo predominante para sus alcaldes y dirigentes regionales.
El presidente de los populares solo repetirá el mensaje de fondo del mes pasado al pedir la unidad del voto del centro derecha, aunque tuviera poco éxito, para que la continuidad de Pedro Sánchez en La Moncloa no se replique en otra hegemonía del PSOE y Podemos en las administraciones regionales y municipales.