Los cuatros presos políticos elegidos en los comicios del pasado 28 de abril, Oriol Junqueras, de ERC, y Jordi Sànchez, Josep Rull y Jordi Turull, de Junts per Catalunya, realizarán este lunes los trámites pertinentes para recoger su acta de diputado, y lo harán bajo supervisión policial, siguiendo un protocolo de seguridad similar al aplicado a comparecientes condenados o en prisión preventiva como los que desfilaron la pasada legislatura por la comisión de investigación sobre la ‘caja B’ del PP.
La Sala del Tribunal Supremo que juzga el ‘procés’ ha autorizado a los políticos independentistas encarcelados a acudir este lunes a la Cámara Baja para presentar credenciales y recoger sus actas de diputados, una gestión que podrían haber delegado en un intermediario, pero que sus abogados pidieron hacer presencialmente.
La providencia dictada por el Supremo establece que los cuatro diputados presos, que saldrán de la prisión de Soto del Real «a partir de las diez de la mañana», tendrán condiciones similares a las que ha fijado el tribunal para el día de la constitución de las Cortes Generales.
Sin dilación
Todos ellos «deberán ser debidamente custodiados, y adoptarse por la Presidencia de ambas cámaras las decisiones oportunas para que dichos trámites se practiquen sin dilación y para que sean reintegrados al centro penitenciario a la mayor brevedad posible».
Así las cosas, los presos del procés llegarán en un furgón de la Guardia Civil al Palacio de la Carrera de San Jerónimo y, una vez en el interior de su garaje, quedarán bajo custodia de la Policía de la Cámara Baja, que supervisará su estancia en la Cámara.
Un dispositivo similar se organizó el pasado 20 de febrero de 2018 durante la comparecencia en la comisión de investigación del Congreso sobre la financiación ilegal del PP con el responsable de Gürtel en la Comunidad Valenciana, Álvaro Pérez, conocido popularmente como ‘El Bigotes’, quien se encontraba en prisión preventiva en Soto del Real.
A su llegada al Congreso, efectivos policiales del Congreso le escoltaron hasta que entró en la sala donde se celebraba la comisión de investigación y, una vez en su interior, quedó en manos del presidente de este órgano parlamentario. Al término de la sesión, de nuevo entraron los policías a la sala y se lo llevaron para entregarlo a la Guardia Civil para su traslado de vuelta a prisión.
Deben declarar patrimonio, actividades e intereses económicos
Dado que los trámites que deben hacer los diputados electos para recoger sus actas incluyen la entrega de distinta documentación, la cumplimentación de hasta tres declaraciones escritas (de bienes, de actividades y de intereses económicos), e incluso posar para la fotografía de la ficha oficial del Congreso, los policías de la Cámara deberán acompañarles por todo el recorrido a través de sucesivas dependencias.
No obstante, el Congreso manejaba también la opción de reunir todos los trámites en una sola sala para evitar tantos desplazamientos, dadas las condiciones especiales de estos diputados electos.
Sea como fuere, lo que la providencia del Supremo deja claro es que ninguno de ellos podrá ese día mantener reuniones o comparecer ante los medios de comunicación, y nada más terminar su trámites deberán ser devueltos a la prisión «sin dilación».
El martes, segunda visita
Tampoco podrán contactar con la prensa al día siguiente, cuando acudirán al Congreso para asistir a la sesión constitutiva y, al igual que el resto de sus señorías, jurar o prometer la Constitución para adquirir la condición plena de diputado.
En esta segunda jornada, los cuatro presos serán llevados al hemiciclo y allí permanecerán mientras dure la sesión, sin salir a los pasillos. Tampoco hará falta porque el Salón de Plenos cuenta con servicios y hasta con una cafetería.
Estando dentro tendrán libertad de movimiento y subirán y bajarán al menos tres veces las escaleras del hemiciclo para participar en las sucesivas votaciones para la nueva Mesa del Congreso. Eso sí, nada más acabar la sesión deberán regresar a prisión.