LaRepública.cat, autor de esta noticia, con (900.000 visitas únicas), es el único medio entre los digitales con más audiencia en catalán excluido por decisión unilateral de la alcaldesa de la publicidad del Ayuntamiento de Barcelona.
Los llamados políticos y progresistas surgidos del 15-M han demostrado un sectarismo digno de los momentos de oscuridad del franquismo, no aceptan las críticas ni que estas estén bien fundamentadas. Prueba de ello és la decisión directa de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, de dejarnos sin publicidad institucional, a pesar de ser el quinto digital en catalán para visitas.
Ada Colau y su equipo dieron órdenes explícitas de no dar ni agua a los medios que editamos en este grupo de comunicación. A pesar de que teóricamente nos encontramos en el ejercicio pleno de la libertad de expresión, en el Ayuntamiento presidido por los comunes este sagrado principio no existe.
Han utilizado estos cuatro años para tener controlados los medios de comunicación. Los grandes grupos editoriales han seguido cobrando como siempre, principalmente los grupos Godó y Zeta, enormemente cercanos a la alcaldesa para que expliquen las bonanzas de su gobierno, como ha sido El Crític (40.000.- €).
El Grupo Godó y Zeta regados con millones de euros para que no expliquen las miserias del mandato
Entre los dos medios se llevan el 52% de la publicidad institucional de estos últimos tres años, más de 22 millones de euros, mucho dinero para comprar voluntades para que los mismos de siempre vivan como reyes en el gobierno de los supuestos líderes de la nueva política, todo sigue igual dentro de los grandes grupos de comunicación.
El año 2018, según la web de transparencia municipal, el Grupo Godó recibió 2,8 millones de euros y el Grupo Zeta 2,1 millones
Las proporciones son similares a las que hacían los gobiernos de Trias, Hereu o Maragall, siempre favoreciendo los grandes grupos de comunicación. De esta manera todos contentos. Hay que decir que sin este dinero institucional (Ayuntamiento de BCN, Generalitat, CON) los dos grandes grupos de comunicación no serían viables, hoy ya estarían cerrados o en liquidación.
El Departamento que gestiona la publicidad institucional no sabe qué excusa darnos
A pesar de las diferentes reuniones celebradas, y los correos intercambiados, todo han sido buenas palabras para evitar confirmar la decisión directa de Ada Colau de dejarnos fuera de la publicidad institucional, una decisión política y sectaria que muestra la vieja política que tienen los comunes en su gestión municipal. Compran voluntades para silenciar a todo el que intenta explicar las cosas como son.
Publicidad Ayuntamiento de Barcelona: