La suspensión de los cuatro presos políticos, Oriol Junqueras (ERC) yJordi Sànchez, Josep Rull y Jordi Turull (JxCat) traerá como consecuencia una reconfiguración del Congreso y de sus mayorías.
Si los cuatro diputados independentistas no renuncian a sus actas de diputado, el Congreso pasaría, a efectos prácticos, de componerse de 350 diputados a 346, por lo que la mayoría absoluta también se situará en los 174 y no en los 176.
Ahora, con esta farsa, se rompe la separación de poderes entre justicia y política, y se paralizan las decisiones de Jordi Turull, Josep Rull, Jordi Sànchez y Oriol Junqueras. Como el acta de diputado es personal, no la pierden pero al estar suspendidos no podrán tener voz ni voto en la cámara baja española. Esto significa, como ya se ha vivido en el Parlament de Catalunya, que las mayorías quedan alteradas.
Esta configuración de mayorías podría favorecer al PSOE en el sentido de que no requeriría los apoyos de las formaciones independentistas ni de la izquierda abertzale para conseguir la investidura de Pedro Sánchez y estabilidad parlamentaria para la legislatura.
Bastaría con la suma de PSOE, Podemos y sus confluencias, PNV, Coalición Canaria, Compromís y el Partido Regionalista de Cantabria para alcanzar los 175 diputados, de manera que Sánchez se aseguraría una mayoría absoluta. Así funciona la politica y la justicia en España.