El Gobierno de Escocia ha presentado este miércoles la ley con la que quiere establecer las bases de un segundo referéndum independentista, un objetivo que la primera ministra, Nicola Sturgeon, ha vuelto a incluir en su agenda política ante la incertidumbre generada por el proceso de divorcio entre el Reino Unido y la Unión Europea.
«Acabamos de publicar una ley para fijar las normas de un referéndum de independencia, para permitir que el pueblo escocés elija su propio futuro en lugar de tener un futuro Brexit impuesto», afirmó Sturgeon en su cuenta de Twitter, a la espera de explicar más detalles en el Parlamento.
Sturgeon ya avanzó en abril que su Ejecutivo presentaría el proyecto para tratar de establecer este mismo año las normas para una nueva convocatoria, a pesar de que reconoció que no apelará hoy por hoy a la denominada Sección 30, bajo la que se llevaría a cabo el segundo referéndum.
El Gobierno escocés, que había aparcado sus reivindicaciones al respecto por el proceso de salida del Reino Unido de la UE, no ha planteado por ahora ningún calendario preciso para una iniciativa que ya ha sido rechazada frontalmente desde el Ejecutivo central –aunque falta ver la posición que adopte el sucesor de Theresa May–.
Los sondeos por ahora no muestran grandes cambios con relación a los datos del referéndum de 2014, cuando un 55 por ciento de los ciudadanos dijeron ‘no’ a la secesión. Sturgeon confía en dar la vuelta a los datos al amparo del Brexit, aprobado a nivel general en el Reino Unido pero rechazado por un 62 por ciento de los escoceses en junio de 2016.