El Rey Felipe VI está de viaje en Aquisgrán (Alemania) para participar, hoy jueves, en la ceremonia de entrega del Premio Carlomagno al secretario general de la ONU, Antonio Guterres. Al jefe de Estado español le corresponderá leer la ‘laudatio’ del premiado.
Todo este acto protocolario, curiosamente todo indica un lavado de imagen del Estado español, tras la brutal polémica del informe de trabajo de expertos de la ONU, que ordena la libertad a los presos políticos, Oriol Junqueras, Jordi Cuixart y Jordi Sànchez.
Felipe VI, que participará ya esta noche en una cena en honor de Guterres, es un habitual en las últimas ediciones de este galardón, que reconoce desde 1950 a aquellas personalidades que hayan efectuado aportaciones sobresalientes a los ámbitos político, económico y espiritual, con el fin de fomentar el entendimiento y la unidad de Europa.
Juan Carlos I también asistió a la ceremonia en varias ocasiones, además de haber sido galardonado con el premio en 1982. Sólo otros tres españoles cuentan con esta distinción: el diplomático Salvador de Madariaga, el expresidente del Gobierno Felipe González y el exsecretario general de la OTAN y ex Alto Representante de Política Exterior y Seguridad Común de la UE, Javier Solana (2007).
Felipe VI acudió por primera vez a la entrega del Carlomagno en 2015, cuando la distinción recayó en el entonces presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz. Un año después, asistió a la ceremonia que se lo entregó al Papa Francisco y en 2018 acompañó al presidente francés, Emmanuel Macron.
El galardón lo concede la Sociedad Premio Carlomagno, cuyo jurado lo forman el alcalde de Aquisgrán, el gerente del Ayuntamiento, el obispo de Aquisgrán y el rector de la Escuela Técnica Superior de Renania del Norte-Westfalia.
El galardón consta de una medalla, un pergamino y la suma simbólica de 5.000 euros. Lleva el nombre de Carlomagno (742-814), rey de los francos, emperador de Occidente y fundador del Imperio Carolingio, cuyos restos descansan en Aquisgrán