Jaume Roures (Barcelona, 1950) es un patriota catalán. De los que no se esconden. Independentista implicado en el derecho a decidir de su pueblo. Demócrata, y ante todo, gran empresario. Especialmente en las telecomunicaciones audicovisuales.
Es cierto que ha hecho mucho dinero en España. Desde sus comienzos en TV3, la televisión autonómica de Cataluña, pasando por Media Park, aquel consorcio montado por el Gobierno de José María Aznarcon la ayuda de Telefónica e Iberdrola para agradecer el apoyo de Jordi Pujol en su primera legislatura y hacer de contrapeso de la Prisa de la familia Polanco.
Su impulso definitivo fue la consecución de la licencia de La Sexta, otorgada sin concurso público por José Luis Rodríguez Zapatero, músculo que le permitió ser capaz de quedarse con los millonarios derechos del fútbol español que antes gestionaba el grupo de Juan Luis Cebrián.
Ahora, tal y como adelantó este jueves elConfidencial, el empresario audiovisual quiere sacar a bolsa Mediapro, su productora de televisión y bróker de los permisos para ofrecer la Liga española por medio mundo, la Champions League, la Europa League en España y los principales acontecimientos deportivos, incluido el próximo Mundial de Fútbol de Qatar.
Una operación dirigida por Citi, Deutsche Bank y Goldman Sachs de al menos 3.000 millones de euros, que va a hacer muy rico a un Roures que, dados sus orígenes sindicalistas y anarquistas, se define con un obrero.
Un ciudadano patriota catalán que no esconde su corriente independentista en Cataluña, como bien indica elConfidencial. Un empresario de exito que parece quiere decir que España y su Bolsa no son de fiar para él.