Que el periodista Pedro J Ramírez es un personaje de ideología facistoide pero cobarde -siempre lo esconde- a la vez que depravado y degenerado, es de sobras conocido. Ya no engaña a nadie desde hace tiempo.
En el año 1997 salió a la luz un vídeo que mostraba a Pedro J. Ramírez, en aquel entonces director del Diario El Mundo, realizando prácticas sexuales lindantes con el travestismo y el sadomasoquismo, algo con lo que ya sobran las palabras.
En el controvertido abogado Emilio Rodriguez, que fue condenado a 2 años de cárcel por difundir el contenido de la cinta, explica su implicación en la trama y pide disculpas ‘obligadas’ al periodista:
Vídeo desde DaylyMotion.
Ahora que ya no tiene ni el poder comunicativo ni el económico de antes, sobrevive en El Español con los temas que al poder le gusta y que puede vender a sus lectores. Por ejemplo despotricar de Catalunya y lo que sea catalán. Más aún con el tema de la democrática demanda ciudadana del Procés de Independencia. Ahora tocaba intentar menospreciar a su máximo representante y presidente legítimo en exilio Carles Puigdemont.
El President Puigdemont es el principal enemigo de España y en consecuencia, también de los medios de comunicación afines al denominado como régimen del 78. En plena batalla legal para poder ejercer de eurodiputado, El Español se ha sacado de la manga un plan oculto del presidente legítimo para seguir cobrando dinero público. Entre otras informaciones típicas de informadores rastreros.
El digital de Pedro J. Ramírez apunta que Puigdemont, en caso de no ser eurodiputado, tendría un plan B y será contratado como asistente de los representantes de Junts per Catalunya en el Parlamento Europeo. Según la información publicada por el medio madrileño, el líder del independentismo catalán recibiría un sueldo de entre 2.500 y 8.000 euros mensuales.
Sin embargo y a juicio de ese diario más sensacionalista y amarillo, quizás por los gustos y aficiones de su director, que informativo, opina que ese salario vendría acompañado de una humillación difícil de digerir convirtiéndose en uno más de los más de 4.000 asesores que trabajan en el Parlamento Europeo: 1.976 de ellos contratados como asistentes acreditados y 2.250 como asistentes locales.
Lo dice alguien que no sabe cómo ganarse la vida decentemente y ve ‘planes ocultos’ y ‘movimientos opacos’ en los políticos democráticos, éticos y honrados, algo que él no sabe lo que significa acostumbrado al modus vivendi de ‘las cloacas de su estado’.
Hacer el ridículo tanto en su vida personal como profesional es su ‘marca de estilo’. Bien haría en dejar en paz a los presos y exiliados políticos para no demostrar más su bajeza moral en los pocos años que le quedan en esto de la comunicación.
