Andreu Bartolomé, fue el primer empresario que -según explica, acogiéndose al Estatut d Autonomía de Catalunya– se declaró insumiso fiscal de España para pagar los impuestos a la Agencia Tributaria Catalana (ATC). Fue en 2012 y, recientemente, la Hacienda española ha revocado el NIF de su empresa y bloqueado sus cuentas. Lo ha denunciado en un vídeo que ha pedido difundir para recibir el apoyo de la población –«en quien verdaderamente confiamos»- ante lo que considera un «ataque muy grave» en la democracia y en una empresa de la que comen 10 familias.
Tal como indica La República, «desde el 2012, cada trimestre hemos informado la Agencia Tributaria Catalana, hemos presentado los impuestos y los comprobantes de transferencias que -inicialmente- iban al ATC; pero cuando a partir de 2013 nos enteramos de que el dinero iba igualmente a España, empezamos a repartir directamente los impuestos a escuelas, asociaciones o fundaciones «, explica Bartolomé, que manifiesta querer que sus impuestos» reviertan en nuestra sociedad «.
Así, por ejemplo, en 2014, destinó el último trimestre del IVA a comprar butacas para el Hospital Sant Joan de Reus. «Lo que hacíamos era, trimestralmente, informar al ATC de donde habíamos hecho estos ingresos con los respectivos comprobantes y explicaciones», añade para asegurar que siempre le han pedido a la administración catalana que «si en algún momento creían que lo que hacíamos no era correcto, nos lo argumentaran y nosotros corregiríamos «. «Nosotros queremos ser una familia que cumpla con sus deberes, pero también que ejerza sus derechos», afirma el empresario.
Video:
En cuanto a la Hacienda española, apunta que «a partir del segundo trimestre de 2013, ya no la informamos». «Lo habíamos hecho inicialmente, explicando nuestra decisión, y nos hemos limitado a contestar algún requerimiento por algún impuesto o papel no presentado», relata para destacar que siempre han remitido la administración española a la catalana que «hoy por hoy, y mientras no seamos una república, no deja de ser una sucursal». «También les hemos dicho que si consideraban que no actuábamos correctamente, nos lo podían argumentar y nosotros rectificaremos si creemos que no hacemos las cosas bien hechas», asegura.
En este sentido, sin embargo, Bartolomé es claro y dice que «entendemos que hemos actuado correctamente y seguiremos actuando como pensamos». «Es un descalabro económico porque, a pesar de ser una empresa pequeña, para nosotros los movimientos económicos son muy importantes y el hecho de tener las cuentas bloqueadas nos toca las narices, pero pensamos que no es momento de arrugarse«, sentencia con respecto a la última medida que han tomado contra él el Estado.
Y, sobre la forma en que se debería arreglar esto, apunta que «si no podemos trabajar como empresa española, tendremos que trabajar como empresa republicana» con un nuevo NIF catalán.