Como algo parecido al bucle infinito de «Groundhog Day» (‘Atrapado en el tiempo’ en España), Pedro Sánchez repite sus promesas una y otra vez, y está dispuesto a terminar de convencer a los partidos independentistas para que este jueves favorezcan su investidura. Las promesas de los diferentes Gobiernos españoles hacia Catalunya ya no son creibles, menos si son sobre infraestructuras.
Una de las promesas que ha puesto encima de la mesa supone una fuerte inyección de dinero para la Generalitat. Si la partida actual en inversiones territorializadas del Estado destinada a Cataluña asciende a 2.251 millones de euros, el candidato a la Presidencia del Gobierno está dispuesto a cumplir plenamente con la exigencia del Estatut y duplicar esta partida.
En total, 2.000 millones adicionales por año. Ese es el importe adicional que podrá recibir Cataluña tras la promesa de Pedro Sánchez de aceptar íntegramente el Estatuto catalán que fue tumbado, en parte, por el Tribunal Constitucional.
La patronal catalana Foment del Treball acaba de realizar y actualizar el importe que supondría ese cálculo. Y ha estimado que el déficit en infraestructuras acumulado durante los últimos 10 años por Cataluña por no haber aplicado esa premisa se eleva a los 27.970 millones de euros.
Sánchez le ha ofrecido este ‘regalo/chocolate del loro’ a ERC y a JxCAT. Aunque en estos momentos, de las dos formaciones, la más proclive a sentirse tentada por este tipo de ‘cuento’ parece ser la de Gabriel Rufián y Oriol Junqueras. El compromiso es el de actualizar la actual asignación de inversión territorializada de Catalunya con el articulado de aquel Estatuto.
