La fundación FAES ha acusado este lunes al PSOE y a Pedro Sánchez de haber desarrollado unas «tragaderas morales y políticas lo suficientemente grandes como para que por ellas quepa un pacto de abstención que deja a Bildu con el control de gobierno de Navarra». A su entender, entregar «la llave del gobierno navarro» a un partido que «sigue sin condenar el daño causado por ETA» es un «acto de profunda deslealtad que marca una grave quiebra política del socialismo».
En uno de sus análisis, que ha recogido Europa Press, la fundación que preside José María Aznar dice que ese acuerdo en Navarra no puede extrañar después de que el Gobierno del PSOE «normalizara el golpe de Estado en Cataluña» en la reunión que el pasado mes de diciembre celebraron Quim Torra y Pedro Sánchez en el Palacio de Pedralbes y que los socialistas hayan pactado «con el partido del mismo Torra y del prófugo Puigdemont para hacerse con la Diputación de Barcelona».
«Para justificar que es a Bildu a quien la socialista Chivite deberá su presidencia, el PSN sólo puede recurrir al cinismo desde la creencia -al parecer- de que el resto de los ciudadanos son gentes de inteligencias limitadas», sostiene, para añadir que es «un enorme ejercicio de cinismo que se diga desde el PSN que el nuevo gobierno dejará a un lado las cuestiones identitarias» o que el nuevo gobierno «quiere reflejar la pluralidad de Navarra, cuando supone ignorar al 38 por ciento de los votantes que recibió Navarra Suma».
FAES subraya que ese pacto en Navarra «ciega toda posibilidad razonable que pudiera existir» de que el PP facilite la investidura de Sánchez pero, a su juicio, «más importante que eso es constatar que el primer partido de España y el presidente del Gobierno en funciones carecen de ningún tipo de restricción moral y de sentido real de lealtad hacia el acervo institucional y político» de la democracia.
Rufián y la «imagen grotesca» de la estrategia del PSOE
En este sentido, la fundación de Aznar considera que «entregar la llave del gobierno navarro a Bildu» es un acto de «profunda deslealtad que marca una grave quiebra política del socialismo». Además, destaca la «responsabilidad» de Sánchez y el PSOE, que han hecho de «la alianza con los nacionalismos, incluido el secesionismo, su fórmula de gobierno».
«Observar a Gabriel Rufián ejercer de amigable componedor en la trifulca entre el PSOE y Podemos es una imagen grotesca de esta estrategia socialista que se pone en marcha, al menos, desde el pacto del Tinell, que está presente en la negociación política con ETA en la que los socialistas se manifestaron dispuestos a hacer concesiones sin precedentes en torno a Navarra y que pasa en su momento por la ‘relegalización’ de la marca política de ETA en forma del nuevo partido, Sortu».
Según FAES, este es el PSOE que hay y «conviene recordarlo antes de que los habituales Vara, Page, Díaz pongan la nota de color para adornar con expresiones patrióticas ineficaces en su partido las políticas que éste de verdad practica y que se ponen de manifiesto en el ‘ongi etorri’ de Bildu a sus nuevos socios en Navarra».