La Constitución de 1978 aportó a los periodistas, junto con otros derechos y libertades a compartir con el resto de los españoles, el reconocimiento y protección del derecho “a comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión”.
En el mismo artículo 20 en el que se contiene ese derecho fundamental, se habilita al legislador a regular el derecho a la cláusula de conciencia –así se hizo mediante una ley orgánica de 19 de junio de 1997– y al secreto profesional –no regulado por ley, pero invocable por los periodistas directamente desde la Constitución– “en el ejercicio de estas libertades”.
Hace poco leíamos un artículo en Diario16 donde se preguntaban ¿Encubre la Justicia militar a los corruptos y condena a los denunciantes? No es del agrado de ningún medio de información tener que denunciar los usos y abusos de según que ‘personas’ o ‘sección’ de una institución que hacen que por su culpa el ‘todo’ de la misma salga salpicada informativamente, si hay algún caso que denunciar.
Hoy desde OkDiario nos encontramos con que adelanta una noticia sobre el control con el que quieren someternos las FF.AA. con el ‘Gran Hermano’ militar: Defensa rastreará en Internet comentarios contra su reputación. Algo que está en contraposición con la Constitución.
Donde viene a decir que las Fuerzas Armadas han contratado una herramienta informática que permitirá la búsqueda y análisis de información publicada en Internet que pueda afectar a su reputación. Se monitorizarán medios de comunicación y redes sociales en busca de noticias y comentarios negativos.
Al Estado Mayor de la Defensa le preocupa profundamente la reputación que las Fuerzas Armadas tienen en la sociedad y en la opinión pública. Por ello, ha contratado a una empresa para poner en marcha un sistema que le permita rastrear la Red para mejorar su imagen y “proteger su reputación”.
Lo hará con la firma ‘Eurostar Mediagrop S.L.’, propietaria de la empresa de sondeos demoscópicos Sigma Dos. Pero Estado Mayor debería saber que las irregularidades las cometen las personas, no las instituciones jurídicas, «per se».
Bien, en cualquier caso, Defensa puede hacer lo que le venga en gana, pero los medios de comunicación no se amedrentarán con sistemas de control más propios de la era soviética y de repúblicas bananeras, que de un Estado que se proclama democrático y libre. Por lo menos así reza en su Constitución. Aberrante utilizar el sistema del ‘personaje’ del Gran Hermano del libro «1984», de George Orwell, que lo controla todo.
Nadie ni ningún medio, que tenga que divulgar un abuso, una corruptela, o una violación, de personas o derechos, permanecerán callados ante ese ‘gran hermano’. ¡Y Las Repúblicas no será menos…!
