Hace unos días hablábamos de un suceso ocurrido en la Base Aérea de Šiauliai (Vilkas-Lituania) en el que poníamos de manifiesto la falta de capacidad del jefe del destacamento español para solventar problemas de índole interno.
Pero hoy no vamos a sacar a la luz otro caso de un militar que desmerece su puesto o el uniforme que viste, pues estos no son la mayoría, y nuestro interés en darles conocimiento público es sólo sanear una institución de la que nos sentimos orgullosos.
Hoy vamos a romper una lanza en defensa de un militar que demostró su preparación y su profesionalidad, que actuó sin miedo cumpliendo la misión que tenía encomendada y al que sin embargo, como en tantas ocasiones, nuestro gobierno no defendió públicamente como se merecía.
Puede que algunos no lo sepan pero España es una de las naciones que realiza misiones de policía aérea en el Báltico con su aviones F-18, y en el cumplimiento de esta misión de policía aérea, el 13.08.2019 dos de nuestros cazas tuvieron que identificar a un avión de transporte Tupolev Tu-214, donde al parecer viajaba el Ministro de Defensa ruso Sergei Shoigu, y dos aviones acompañantes que no se identificaban al radar y que resultaron ser dos cazas Sukhoi Su-27 “Flanker”.
Tal y como se relata en DEFENSAYAVIACION.INFO, Lungescu fue clara al dar la clave de la misión de los aviones españoles: “El Tu-214 tenía un plan de vuelo válido. Sin embargo, los dos escoltas Su-27 volaron sin un plan de vuelo, sus transpondedores estaban apagados y no se comunicaron con el control de tráfico aéreo“. Además dichos aviones volaban sobre el Mar Báltico cerca del espacio aéreo de la OTAN.
Así cuando muchos medios de comunicación se apresuraban a dar la noticia hablando de la espantada del F-18 español, dando a entender la cobardía de nuestro piloto y de la superioridad del piloto ruso, todo ello se hacía sin que el gobierno hiciera la más mínima defensa del buen hacer de nuestro militar, produciendo el efecto negativo del consabido, quien calla otorga.
Pues bien, nosotros no nos callaremos.
Aquel militar cumplió sobradamente con las expectativas que el pueblo español tiene de cómo debe actuar alguien perteneciente a sus fuerzas armadas. No sólo evito una colisión con el caza ruso tras la insegura maniobra efectuada por este último cortando la trayectoria de vuelo del F-18, sino que tras esta el F-18 enderezó su vuelo para empezar a ganar altura justo después, tal y como se explica en DEFENSAYAVIACION.INFO, mientras el piloto ruso continuaba sin darse cuenta de que el piloto español estaba ganando ventaja.
Cuando nuestro F-18 vuelve a enderezar su aparato se encontraba en una clara ventaja táctica en altitud sobre el Su-27, lo que le hubiera permitido ejecutar una maniobra denominada “yo-yo alto”. En términos aeronáuticos, una táctica difícil de contrarrestar por parte del rival.
¿Tan difícil era explicar esto y defender la imagen de nuestro piloto y nuestras fuerzas armadas Sra. Calvo? ¿Tan difícil era encontrar un General erudito en su Ministerio de Defensa que públicamente contase lo anterior y defendiera el buen nombre de nuestro Ejército del Aire Sra. Robles? ¿Dónde estaban los generales al mando que no defendieron la profesionalidad y la buena preparación de nuestro piloto?
Fueron ustedes incapaces de hacer un reconocimiento a nuestros militares que ya empiezan a estar acostumbrados a que estos reconocimientos se los hagan los de fuera, como ocurrió con el homenaje que también en esa Base Aérea le hicieron a uno de nuestros F-18 tras una exhibición aérea, recibiéndole en la pista con la canción “y viva España”.
Hoy más que nunca podría decirse de nuestros militares…
“¡IOS, qué buen vassallo, si oviesse buen señor!”