Lo mínimo que se esperaba en una manifestación por, entre otras cosas, la libertad de los Presos Políticos, es que los Comités en Defensa de la República (CDR) se congregaran alrededor de la Cámara Catalana tras la manifestación de la Diada. Los Mossos d’Esquadra se desplegaron para proteger el edificio y hubo momentos de nímia tensión cuando los participantes, algunos encapuchados, intentaron mover las vallas de seguridad, a la vez que arrojaron latas, piedras y bengalas.
Los manifestantes, unas decenas, se han reunido bajo los lemas «1 de octubre, ni olvido ni perdón» y «Nos vemos en el Parlament». Algunos de ellos han prendido fuego a unos carteles con unas letras gigantes que formaban la palabra botifler (traidor) ante el edificio de la cámara catalana. Un grupo de concentrados, además, ha increpado a dos periodistas de TVE y Antena 3 durante su conexión en directo.
A pesar de la exagerada y manipulada información de los medios de comunicación estatales sobre el incidente, ni siquiera ha hecho falta que los Mossos d’Esquadra cargaran contra los manifestantes. El cuerpo policial, que ha reclamado a la multitud que se dispersara, ha ido poco a poco ganando metros para alejar a los concentrados del Parlament, hasta acompañarles finalmente fuera del recinto. Los Mossos han pedido las llaves del parque a la Guardia Urbana para cerrarlo e impedir de nuevo la entrada de los manifestantes.