Que en el Ejército español se abusa, hay injusticias y corrupción, y necesita una profunda reestructuración es algo que venimos recordando desde Las Repúblicas desde hace tiempo. La penúltima noticia nos viene desde Las Islas Canarias.
El juzgado togado militar territorial de Las Palmas ha procesado a un sargento primero del Ejército de Tierra por el trato degradante y vejatorio al que sometió a un soldado de la Compañía de Transmisiones de la Brigada Canarias en la que estaba destinado en 2010.
Según el auto, existen indicios de que dicho suboficial se dirigía al soldado con el apelativo de Vequia y le daba órdenes del tipo “Vequia ven aquí a la derecha de tu amo”, lo que “provocaba risas y comentarios entre la tropa”. Además, se mofaba de su forma de andar diciéndole que “parecía que esquiaba” o que “tenía el cuerpo raro”.
En otra ocasión, tal como indica El País, cuando con dificultad hacía flexiones, le preguntó si tenía fuerzas para levantar a su novia y hacer el acto sexual con ella y le indicó que le mostrase una foto de ella que llevaba de pantalla en el móvil, diciéndole que “las tías que se sacan las fotos así, tirando besos, parecen putillas”.
El suboficial ya estuvo procesado en ese mismo sumario en noviembre de 2017, pero el Tribunal Militar Territorial Quinto anuló su procesamiento en abril de 2018, y cuatro meses después, acordó el sobreseimiento de la causa contra el sargento y contra otros dos soldados, presuntos cómplices suyos, por considerar que los hechos carecían de relevancia penal e incluso disciplinaria.
Así está ejército español, con militares que creen que pueden saltarse las mínimas normas de respeto a la persona y abusar de los demás, Ese trato vejatorio no es necesario para que se respete la cadena de mando castrense. Al contrario, nos hace recordar que el Ejército español, es un sistema anacrónico, que debe ser reformado en profundidad.