La consellera de Presidencia y portavoz del Govern, Meritxell Budó, ha asegurado este martes que el Ejecutivo catalán está ultimando la respuesta institucional a la sentencia del Tribunal Supremo contra los dirigentes impulsores del 1-O, y ha asegurado que será «inminente» a que se haga público el dictamen.
Lo ha dicho en la rueda posterior al Consell Executiu, al ser preguntada si el Govern no quería desvelar cuál es esa respuesta institucional o si todavía no la tenía preparada, a lo que Budó ha replicado: «El Govern está trabajando en los últimos flecos, que en los próximos días y horas iremos desgranando».
«Lo que está claro es que habrá respuesta institucional y será inmediatamente a la sentencia», ha asegurado, y ha pedido separar las respuestas de la sociedad civil de la que adopte la Generalitat.
Ha insistido en que el Govern no contempla otra sentencia que no sea absolutoria, y ha tachado de «escandaloso que el Supremo todavía no haya dictado sentencia como tenía la obligación de hacer», pero si definitivamente el dictamen es condenatorio, habrá respuesta institucional, asegura.
La Desobediencia no está sobre la mesa
Preguntada por si en esa respuesta se incluye la desobediencia institucional, ha insistido en que «la desobediencia no está sobre la mesa», porque el único escenario que contemplan es que los absuelvan a todos.
Repreguntada por esta cuestión ha insistido: «Al Govern le corresponde dar una respuesta institucional cuando las sentencias aparezcan. Cuando sea el momento, desde el Govern explicaremos las acciones que llevaremos a cabo. Obviamente pasarán por declaraciones y hacerlo público cuando sea el momento. Declaraciones institucionales».
Ha zanjado la cuestión explicando que no le corresponde a ella explicar los detalles de esa respuesta y ha señalado al presidente de la Generalitat, Quim Torra, como la persona que debe «liderar» esa respuesta institucional.