Lo que está pasando con la socialista Margarita Robles, el Ministerio de Defensa y España en el tema del futuro avión de combate europeo, exactamente Futuro Sistema de Combate –Future Combat Air System– (FCAS) es algo que puede desembocar en otro escandalo dentro de España, o en el plano internacional.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, junto a sus homólogas francesa y alemana, Florence Parly y Ursula von der Leyen, firmaron en el Paris Air Show de Le Bourget la puesta en escena de la rúbrica del ‘Memorándum de Entendimiento’, con presencia de Macrón, para crear dicho caza europeo en el que España había vendido como un gran logro internacional.
España, según indicaba este pasado Junio la Ministra de Defensa, Margarita Robles, se sumaba al programa FCAS con una participación anunciada de igual a igual con los socios alemanes y franceses, en el que participaba a partes igual (33%) -o eso nos habían vendido-con un aportación inicial de 110 millone de euros al proyecto, y listos para aportar otros tantos millones.
Ahora el Consejo de Ministros franco-alemán que tuvo lugar en Toulouse hace unos días resultaron entre otras medidas, un nuevo impulso al FCAS. De esta forma los dos países firmarán el próximo mes de enero un acuedo para comenzar la fase de demostradores de ese avión. Ambos Ministerios se han puesto definitivamente en marcha.
Sin embargo no hay noticias reales de la participación española en el programa, despues de mil y un artículos sobre el tema, y menos aún las menciones a España en el comunicado conjunto de Airbus y Dassault Aviatión, o durante el reciente Consejo de Ministros franco- alemán. Ambas notas se refieren a recordar y aplaudir la entrada de España en el programa sin entrar en más detalles.
El citado comunicado conjunto de las compañías se formaba en Saint Cloud y Munich y hacía referencia a las industrias “francesa” y “alemana” en referencia al programa FCAS, sin comentar en absoluto la participación industrial española. Que se las prometía muy felices en este proyecto por los puestos de trabajo y el retorno económico que supondría.
Esto era fundamental, porque ahora daba comienzo las negociaciones formales para la integración de la industria de cada país con el Estudio de Concepto Conjunto y en los diferentes paquetes de trabajo de actividades de I+D de los demostradores tecnológicos, de los cuales España ya no podrá contar. A priori.
Una de dos, o Francia y Alemania ningunean a España, como suele ser habitual cuando se trata de alianzas entre empresas o de cualquier otra colaboración entre ellas, o lo que es aún peor, Margarita Robles mintió sobre dicha participación «a iguales entre los tres países«. De ser así tendríamos un nuevo escándalo dentro del Ministerio de Defensa a la vista.