El exportavoz de ERC en el Congreso Joan Tardà ha defendido este lunes que el derecho de autodeterminación va más allá de Cataluña y debe incluir «todas las ansias que puedan existir en el País Valencià y les Illes Balears», pero «dentro de la normalidad democrática».
«Nunca vamos a abandonar la bandera del diálogo», ha aseverado, lamentando que haya alguien «interesado» en convertir el conflicto independentista en «un problema de orden público» con los disturbios en Cataluña tras la condena del Tribunal Supremo a los líderes del ‘procés’.
Así lo ha afirmado a los periodistas antes de participar en una conferencia en la Biblioteca Gregoi Maians de la Universitat de València (UV). En la explanada exterior se ha concentrado un grupo de manifestantes de ultraderecha y otros de jóvenes en contra de los anteriores, separados por la Policía, que se han cruzado gritos como ‘La independencia fuera de Valencia’ o ‘A llorar al Valle’, respectivamente.
Tardà ha participado en el acto ‘Drets i llibertats a l’Estat Espanyol’, organizado por el sindicado de estudiantes BEA y Jovent Republicà. La fachada de la biblioteca amaneció el domingo con pintadas con amenazas dirigidas al exportavoz de ERC. En ellas, se puede leer mensajes como ‘Muere Tardà’ y ‘Empieza la caza’, acompañadas de esvásticas y otra simbología fascista.
Además, el Grupo Defensa de Valencia (GDV) y España 2000 habían convocado una protesta una hora antes del acto en los alrededores de la biblioteca, al considerar que era una «provocación». En respuesta, Jovent Republicà también había llamado a concentrarse a la misma hora en el campus para «decir a los fascistas que no son bienvenidos».
En la institución académica se han adoptado medidas de seguridad «como siempre que acuden personas relevantes» a un acto, según fuentes de la UV, que han informado que la concentración de signo contrario estaba «legalizada» y que la Delegación del Gobierno en la Comunitat ha gestionado el operativo de seguridad correspondiente.
«Atrezzo» de las pintadas
Tardà ha puesto como ejemplo el «atrezzo» de estas pintadas para lamentar la «anomalía desde hace muchos años» y la «poca calidad democrática» en España, en este caso «en el palacio del saber que es una universidad, incluso con protección policial». «Aun así, estamos convencidos de que siempre se acaba imponiendo la razón, la inteligencia y el espíritu democrático», ha remarcado.
Bajo este prisma, ha advertido que «los que quieren imponer el miedo saben que nunca van a ganar», pues «la democracia siempre acaba venciendo», y ha llamado a que evolucione a un escenario en el que «sea posible construir el diálogo, la negociación y finalmente el acuerdo».
Ha defendido así la declaración de la Llotja de Mar -partidos independentistas catalanes, vascos, gallegos, valencianos y baleares a favor de su derecho a la autodeterminación- y ha asegurado que no entiende las críticas del ‘president’ de la Generalitat y líder del PSPV, Ximo Puig, que exigió a su homólogo catalán, Quim Torra, que «deje tranquilos a los valencianos cuando esté hablando de sus ansias soberanistas».
Ahora bien, ha enmarcado la postura de Puig en la campaña de las elecciones del 10 de noviembre, pues ambos comparten «respeto y buena relación recíproca». «Sé perfectamente que él entiende nuestra postura, otra cosa es que lo exprese públicamente», ha aseverado, recalcando que Esquerra Republicana del País Valencià «es un partido tan legítimo, democrático y valenciano como el suyo».
Tardà ha hecho hincapié en que «los conflictos en democracia y entre demócratas solamente pueden resolver democráticamente» y se ha mostrado «convencido de que se alcanzarán escenarios de diálogo». Ha lamentado, por contra, «los populismos y el resurgimiento de la extrema derecha», que ha achacado a que «España no ha sabido asumir los retos del XXI».
Pide diálogo «sin condiciones»
En el caso de Catalunya, cree que «es evidente si hay un 50-60-70% de catalanes que desearían poder ejercer el derecho a la autodeterminación», por lo que no entiende que «el Gobierno se niegue a establecer un marco de diálogo sin condiciones, sabiendo que tarde o temprano se abrirá camino». «Siempre hay espacio para el diálogo; es la única solución», ha mantenido.
Se ha preguntado así «qué razón existe para hacer sufrir a los ciudadanos, los de aquí o allá, si al final solo puede haber un acuerdo», aunque ha reconocido que «será difícil» llegar al diálogo. Y ha cuestionado a las fuerzas que «se niegan a asumir el principio de realidad en la sociedad catalana, que no tiene nada que ver con la ideología: ¿Qué va primero, las leyes o la democracia?».
Precisamente, Tardà ha sostenido que «para eso se inventó la política, para que los ciudadanos no tengan que ir por el mundo dando batacazos, porque de lo contrario sería dar la razón a los que desean la muerte a otras personas».
Rechaza «legitimizar la violencia»
Por todo ello, ha reivindicado la «virtud» del ‘procés’ y su carácter «cívico, pacífico y profundamente democrático», mientras «alguien quizás interesado está intentando convertirlo en un problema de orden público». «Comparto la indignación y el dolor de la sociedad catalana ante una respuesta represiva a una demanda democrática», ha manifestado sobre los disturbios, reconociendo que «la desobediencia civil es legítima» y remarcando que «eso no significa legitimar la violencia».
Ha echado la vista atrás para defender que «el ‘procés’ nunca habría tenido que evolucionar a la judicialización», como ya dijo en 2016 al expresidente del Gobierno y del PP Mariano Rajoy de que «volverían los presos políticos y exiliados». «Rajoy, que era un gran parlamentario y tenía mucha retranca, nos dijo que dábamos miedo y hablábamos de conceptos absolutamente caducados», ha recordado, cuando ahora «nadie puede negar que hay personas elegidas democráticamente que están en el exilio o en la cárcel».
En esta línea, ha advertido como «pan para hoy y hambre para mañana utilizar el camino fácil de la represión», algo que ha destacado que «desde hace meses formula Oriol Junqueras -líder de ERC-, que se ha llevado la peor parte en la sentencia», tras su condena a 13 años: «Si habla así desde la cárcel, con una pena vengativa que solo persigue escarmentar y comprar tiempo, ¿qué no voy a hacer yo que hoy podría dormir en mi casa?».
Respecto al papel de Torra al frente de la Generalitat, ha afirmado que es el presidente de su gobierno de coalición, del que ERC se siente «corresponsable». «Lo que haga Torra es algo que comparto, más allá de las opiniones personales», ha asegurado, reconociendo que «a nadie se les escapa que pueden existir miradas distintas» en el independentismo.