Ya lo dijo poco antes de morir: El ex dictador Francisco Franco se jactaba de dejar su legado «atado y bien atado».
Pues, literalmente, aseguró su legado a través de la usurpación de las arcas públicas durante la dictadura franquista. El Caudillo por la gracia de Diós dejó una herencia de 28,5 millones de euros de pesetas, que equivaldría a casi 1,8 millones de euros, a su mujer, Carmen Polo, y a su hija. Así lo indica el testamento que este lunes ha publicado ‘El Mundo’ y que el ex dictador hizo el 20 de febrero de 1968, siete años antes de morir el 20 de noviembre de 1975.
La mitad de la fortuna, 14 millones de pesetas entonces, corresponde a El Pazo de Meirás, una finca situada en La Coruña que Franco se apropió y utilizó de residencia estival. De hecho, el 2019 la abogacía del Estado presentó una demanda judicial para que la familia Franco devolviera la finca por fraude en la compra.
El documento del testamento también revela que el ex dictador tenía en diferentes cuentas más de un millón de pesetas y 1.457.425 pesetas en acciones en diferentes compañías. Según este diario, Carmen Polo se quedó con la mitad de la herencia, 14.250.000 pesetas, y un tercio de la libre disposición tras la renuncia de la viuda de Franco a la cuota legal de usufructo (4.750. 000 pesetas). Por su parte, su hija, Carmen Franco, recibió 9.500.000 pesetas.