Las Fuerzas Armadas siguen siendo una institución anacrónica. Un cabo de las Fuerzas Armadas españolas, Marco Antonio Santos Soto, ha sido castigado por haber «realizado actos irrespetuosos o la emisión pública de expresiones o manifestaciones contrarias al ordenamiento constitucional, a la Corona ya las otras instituciones y órganos constitucionalmente reconocidos » e » infringido reiteradamente los deberes de neutralidad política o sindical o las limitaciones en el ejercicio de las libertades de expresión «. Lo ha avanzado ‘Confidencial Digital’, que explica que la expulsión del ejército de Santos Soto se debería a una serie de publicaciones que este cabo realizó en sus perfiles públicos de redes sociales, así como artículos de opinión que ha publicado sobre la supuesta «corrupción» en las Fuerzas Armadas.
El castigan, pues, por haber publicado en su perfil de Facebook «posts, imágenes, noticias y enlaces a otros contenidos, accesibles al público en general, en los que se vierten comentarios irrespetuosos hacia la Corona, en contra de determinadas formaciones políticas de la escena española, de sus idearios, programas y representantes, se cuestionan algunas intervenciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y exhiben logos y símbolos contrarios al ordenamiento constitucional «. Consideran que publicó «determinadas noticias claramente injuriosas y infamantes, y contrarias a la Constitución y a instituciones y órganos con relevancia constitucional», en especial la Casa Real. Por ejemplo, publicó una información sobre la prisión preventiva de los jóvenes de Altsasu y difundió un «cartel de no bienvenida a los Reyes de España y sus hijas, en Asturias, por ser la ‘Monarquía parasitaria».
En otras publicaciones, difundió -dos días antes del 1-O- una viñeta de una mano con símbolos independentistas y con el dedo corazón extendido y una corona real; «Múltiples fotografías de políticos y de S.M. el Rey a los que se insulta o se les ponen en la boca manifestaciones injuriosas «y exhibió el logo de los CDR (Comités de Defensa de la República en Cataluña). Finalmente, firmó un artículo-denuncia en la web de la Federación de Republicanos en el que hablaba de «corrupción generalizada en el Ejército, alcoholismo de mandos, la percepción del complemento de productividad por personal militar de oficinas dado de baja o los abusos que pueden realizar los altos mandos del Ejército a la vista de todo lo anterior y que concluye con la frase ‘Salud y república popular «.
Marco Antonio Santos Soto también fue uno de los firmantes de un manifiesto de respuesta contra otro (surgido del ejército español) que reivindicaba la figura de Francisco Franco, y -además- se ha presentado en ocasiones como «miembro del colectivo de militares demócratas Anemoi «, de tendencia republicana. El militar ha defendido amparándose en el derecho a la libertad de expresión y opinión y denuncia que ha sido «ilícita, por inconstitucional, la actuación de la inteligencia militar de vigilancia de las redes sociales [… ], sin previa denuncia «.
Todos estos argumentos son negados por el instructor del expediente contra el cabo. Desde el Ejército de Tierra, señalan que «resulta evidente que los hechos relatados resultan ciertamente constitutivos de las faltas muy graves» mencionadas, tipificadas en la Ley Orgánica, 8/2014, de 4 de diciembre, de Régimen Disciplinario de las Fuerzas Armadas . Señalan que todas y cada una de las publicaciones señaladas «pueden tenerse por graves», y que además se «cumple con creces el concepto de reiteración» ya que la conducta se realizó en tres o más ocasiones en el período de dos años .
Marco Antonio Santos Soto tiene decidido recurrir esta sanción que supondrá su expulsión del Ejército.