Que Josep Borrell es un buen vasallo para el Reino de España, pocos lo dudan. Su fe ciega en esta monarquía parlamentaria (contraproducente) le hace decir cosas como «podemos estar muy orgullosos del país que tenemos», así de contundente se ha mostrado este viernes Josep Borrell en su despedida del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Lo ha hecho en un acto en el que ha proclamado su condición de «catalán, español y europeo» y ha reconocido estremecerse cuando oye a alguien decir que ser catalán es «incompatible con ser español». Despedida que no tiene desperdicio. Aquí un resumen de punto de vista según Agencias. Juzguen:
«Podemos estar muy orgullosos del país que tenemos. Yo soy catalán, soy español, soy europeo, no me voy a cansar de decirlo, siento las tres cosas a la vez, las tres identidades, que son completamente complementarias entre sí, compatibles, mutuamente enriquecedoras», ha subrayado poco después de que el Consejo de Ministros haya aprobado su cese como miembro del Ejecutivo para asumir la función de Alto Representante de la Unión Europea.
Borrell se ha despedido del Ministerio asegurando que es el adiós más costoso de su dilatada carrera política. «Yo me he ido de muchos sitios. Y nunca me he ido con tanta pena y con tanto sentimiento como me estoy yendo hoy», ha reconocido ante la ministra de Defensa, Margarita Robles, que asumirá temporalmente las tareas de Exteriores.
«Me estremezco cuando oigo a alguien que dice que ser catalán es incompatible con ser español o que vierte sobre España un torrente de descalificativos o injurias a las que hemos tenido que hacer frente desde este Ministerio», ha dicho en un acto en el que también han estado presentes sus tres secretarios de Estado y la representante de España Global, Irene Lozano.
ESPAÑA, PAÍS MODERNO Y CON SEPARACIÓN DE PODERES ¿?
Borrell ha agradecido al presidente en funciones, Pedro Sánchez, el «honor» de haber formado parte de su Gabinete durante un periodo en el que, según ha reconocido, habrá cometido «errores y algún acierto» pero al que ha dedicado todo su «tiempo y empeño» para «representar a España en el mundo».
«Presentando el país que somos y no el que algunos quisieran hacer creer que somos», ha argumentado definiendo a España como un país «moderno, basado en el Estado de Derecho, con separación de poderes y con la voluntad de ejercer en el mundo un papel a la altura de su historia».
Además, ha asegurado haber conocido mejor la historia de España durante este periodo y haber tenido «el honor» de acompañar al Rey en muchos viajes «donde se ha visto en vivo y en directo el inmenso capital político que tiene España en el mundo y esa realidad humana que constituye la comunidad iberoamericana, que no es solo de naciones, sino que es sobre todo de gente».
UN «REFERENTE» PARA ROBLES
Por su parte, Margarita Robles ha tomado el testigo mostrando su «admiración» por Borrell, a quien ha señalado como un «referente» desde el inicio de su carrera por su compromiso con una sociedad «más libre y más justa».
En su nueva labor, ha asegurado que la Unión Europea «gana mucho» con la incorporación de Borrell como Alto Representante y además España estará en sus manos «magníficamente representada» en el mundo.