La endogamia (casarse o procrear entre los de tu misma familia) en la dinastía de los reyes españoles de los Austrias fue habitual durante siglos. La llamada mandíbula de los Habsburgo, una deformidad facial con la parte inferior prominente, de la dinastía de los reyes españoles y austríacos de Habsburgo y sus esposas, puede atribuirse a la endogamia, según los nuevos resultados de una investigación publicada en la revista Annals of Human Biology.
La endogamia en las realezas que incluía España y Austria duró más de 200 años en varias generaciones de matrimonios mixtos para segurar la influencia de la familia en un imperio europeo que pero llevaron a su desaparición cuando el monarca final de los Habsburgo no pudo engendrar un heredero.
Sin embargo, hasta ahora ningún estudio había confirmado si el mentón distintivo conocido como mandíbula de Habsburgo era el resultado de la endogamia.S e trata del primer estudio que indica una relación directa entre la endogamia y la morfología facial.
Los autores del estudio detectaron una correlación entre las dos condiciones, lo que sugiere que la mandíbula de Habsburgo se caracteriza de hecho por ambas y que comparten una base genética común. La extensión de la endogamia se calculó a partir de un árbol genealógico a gran escala, que incluye más de 6.000 individuos pertenecientes a más de 20 generaciones.
La dinastía real española de los Habsburgo fue una de las más influyentes en Europa, pero se hizo famosa por la endogamia, pero antes hubo otras, aunque esta es más reconocida porque fue eventualmente la causa de su caída como linaje real, cuando el monarca final de los Habsburgo no pudo engendrar un heredero.
Este nuevo estudio combinó el diagnóstico de deformidades faciales utilizando retratos históricos con análisis genéticos del grado de relación para determinar si había un vínculo directo. Los científicos también investigaron la base genética de la relación. La realeza española practicaba la endogamia.