Según se van conociendo noticias desde Francia, el president en el exílio de la Generalitat catalana Carles Puigdemont prepara su salida de Bélgica y su aterrizaje en el sur de Francia para dentro de unas semanas si todo va en la línea que ha planeado junto a su ‘estado mayor’.
Solo un requisito separa al exiliado político de Perpiñán en estos momentos: el fallo del Tribunal de Justicia Europeo sobre la reclamación de Oriol Junqueras respecto de su posible inmunidad. El preso político por el 1-O planteó un recurso ante las instituciones europeas al entender que ya tiene inmunidad por el mero hecho de haber sido elegido en las urnas europarlamentario, sin necesidad de acatar la Constitución española y recoger presencialmente su acta, como prevén las normas españolas.
Si el fallo es favorable al republicano, Puigdemont y su cohorte tienen preparada la reclamación para que se reconozca también la inmunidad del ‘president’. El segundo paso es abandonar Waterloo y establecerse en el sur de Francia. Según ha podido conocer El Confidencial, una persona de su total confianza ya ha realizado las gestiones pertinentes para alquilar su nuevo domicilio en la localidad de Perpignan, capital del departamento de los Pirineos Orientales, en la región de la Occitania.
De hecho, el presidente del Comité para la Autodeterminación de la Cataluña Norte, Robert Casanovas, había realizado gestiones hace dos años para buscarle alojamiento, aunque no se ha podido confirmar si en esta ocasión ha sido este activista el que ha movido los hilos.
Hay otra razón no menos simbólica para acabar en el sur de Francia: el domicilio alquilado tiene un fuerte componente romántico, ya que es la casa que había alquilado Francesc Macià cuando se exilió en 1923, tras proclamarse la dictadura del general Primo de Rivera. El excoronel Macià recorrió varias ciudades antes de ser detenido en 1926.