Así esta España. Los sindicatos policiales han ratificado este lunes en los juzgados de Palma la denuncia contra los autores del polémico cómic On ès l’Estela? (¿Dónde está Estela?) sobre los acontecimientos ocurridos en Cataluña sobre el Procés. Donde dicen salir muy mal parados. Pero en cualquier caso es libertad de expresión y opinión e incluso información, de un medio en clave de humor.
La publicación, obra de Toni Galmés, contaba con una subvención del Govern, a través del Institut d’Estudis Baleàrics, según han recordado los representantes de los cuatro sindicatos que han manifestado una vez más que la publicación «envilece la honorable profesión de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en especial, la Policía Nacional» y critican que «el Govern haya apoyado este libro con dinero de los contribuyentes».
Antonio Montserrat ha explicado a los medios que lo que se ha hecho es poner en conocimiento de la autoridad judicial «unos hechos que creemos que son constitutivos de delito». Entre otras cosas, el SUP ha manifestado que el cómic tiene «un propósito específico de ofender, vilipendiar, desacreditar, vejar, menospreciar, escarnecer y, en definitiva, injuriar a la Policía Nacional, así como a otros Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado».
Los sindicatos policiales continúan su ofensiva por imponer la censura sobre cualquier crítica al cuerpo, especialmente aquella que procede desde el campo soberanista. Ahora han intentado atacar la publicación lúdica On és l’Estel·la, de Toni Galmés (editorial Comanegra). Se trata de un libro para adultos, al estilo del Dónde está Wally, que sitúa la protagonista en las fechas clave del procés independentista.
La publicación, de 28 páginas, se compone de ilustraciones y viñetas a color y los sindicatos policiales entienden que su contenido «envilece la honorable profesión de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en especial, la Policía Nacional».
En su denuncia, los sindicatos acusaban a la publicación de «tergiversar los acontecimientos» sobre el 1-O e «insultar, vejar y humillar» a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Estos sindicatos sindicatos han recordado que el asunto está en «una fase incipiente de investigación» y que «la parte citada no acudió al acto de conciliación»
En el escrito presentado en la Fiscalía recogían algunos ejemplos como «un grupo de policías abusando sexualmente de una mujer, a la que tocan en sus genitales»; «agentes que bailan encima de sacos de ‘fariña’, haciendo referencia a la cocaína»; o «un agente de la Unidad de Intervención Policial, vestido de ‘karateka’, que salta sobre las partes íntimas de una mujer», entre otras imágenes.
La obra ha sido subvencionada por la Conselleria de Cultura, Participación y Deportes, a través de l’Institut d’Estudis Baleàrics (IEB). Para los sindicatos resulta patente que se han utilizado fondos públicos para algo que «en absoluto promueve la consecución de un fin público o una actividad de interés social».