Como cabría esperar, según fuentes, el Borbón grabó ayer su Mensaje de Navidad o mejor dicho, el Mensaje de Navidad de Su Majestad el Rey. El mensaje de hoy es esperado por muchos. Primero por sus vasallos, porque esperan que su majestad vuelva a comportarse con la animosidad y aversión hacía Catalunya, como manda la caverna, con especial énfasis en los presos y exiliados.
Esta vez lo hace con ese discurso que redacta la Moncloa, ‘corrige’ el monarca y resuelve otra vez el ejecutivo (más o menos), pero, en mitad de unas negociaciones para formar gobierno, la espera del informe de la Abogacía del Estado sobre la inmunidad de Junqueras y una derecha y una extremaderecha desquiciadas.
Pero para sus vasallos, diga lo que diga, todo eso da igual, pocos o ninguno serán los que critiquen al monarca, dando muestras de su hipocresía, falta de coraje y sumisión real. Lo de siempre con los Jefes de Estado en España. Les es más fácil y sencillo utilizar la razón a la fuerza que la fuerza de la razón.
Confundir unidad con monarquía es un error de Estado, en una nación plurinacional y esto último es lo que impera cuando hablamos de la Casa Real, que muy pocos partidos se atreven a criticar; algunos, como el PSOE, incluso presumen de monárquicos mientras su fundador, Pablo Iglesias, se debe revolver en su tumba.
Como cabe esperar, según diferentes fuentes, el Borbón grabó ayer su discurso y habría que ser muy ingenuo para pensar que no sabía de antemano lo que dictaminará la Abogacía del Estado sobre Junqueras. Con todo, es una pirueta en el aire, porque las negociaciones para facilitar la investidura de Pedro Sánchez aún están en un pañuelo. Veremos si nombra a Europa y como la nombra. ¿Y al TJUE?
En el centro del mensaje estará Catalunya, la unidad de España y el nuevo gobierno… de todo ello depende de su pan. Si se pasa de frenada, como hizo en aquel terrible 3 de octubre, prácticamente nadie le replicará. Si se queda demasiado corto, ni siquiera los neofascistas alzarán demasiado la voz, tan gallitos que son ellos con los independentistas. Es lo que tiene ser vasallo.
Los republicanos e/y independentistas lo tienen más claro. Diga lo que diga, no se puede creer al rey por eso mismo, por la contradicción per se. El rey es capaz de todo en un discurso por su trono, le va su corona en ello. Es un anacronismo que va en contra de la democracia. El simple ejemplo de que ‘La ley es igual para todos’ es falso, pues el Borbón es inviolable ante ella. Aunque te mate.
El mero hecho de que hoy cope las cadenas televisivas y emisoras de radio es una anomalía democrática desde todos los puntos de vista. La retahíla de tópicos hechos y frases fáciles vacías de soluciones a los problemas, que volverá a repetir esta noche en su discurso bastaría para que cualquiera con un mínimo de decencia democrática se plantará y dejará de avasallarle…
Bon Nadal i Bones Festes
Feliz Navidad y Buenas Fiestas
Eguberri on eta opor onak
Bo Nadal e Felices Festas
Merry Christmas and Happy Holidays
