Un agente de la Guardia Civil de Barbastro, fue acusado de abusar de niñas a colegios de Primaria mientras daban clases extraescolares de inglés por las tardes. Después de pasar siete meses de prisión provisional, fue liberado el pasado miércoles.
Una libertad condicionada bajo fianza tras pagar 6.000 euros. Además, tiene un orden de alejamiento de 500 metros respecto a las víctimas, y se le ha prohibido impartir clases en cualquier centro educativo público o privado, así como acercarse a lugares frecuentados por menores.
Estas medidas poco tienen que ver con el hecho de que el guardia Civil ha salido de prisión provisional después de cometer crímenes escalofriantes: desde tocamientos bajo las camisas hasta besar a las víctimas mientras se las ponía en su regazo. Además, la policía investigó su ordenador y encontró imágenes que, según El Periódico, podrían suponer pornografía infantil.
A la espera de que se haga el juicio oficial, los tribunales españoles vuelven a formar parte de un nuevo escándalo judicial.