Vende-humo y nunca mejor dicho, de #MarcaEspaña, o #EspañaGlobal, porque es internacional, como se prefiera. Alardea de una cosa para hacer justo lo contrario que vende. La penúltima, la importación de energía sucia de Marruecos cuando el estado español había declarado que se estaba desenganchando del carbón. Lo repetía en todos los foros internacionales habidos y celebrados. Estamos en estos momentos en «Emergencia Climática» decía no hace ni 24 horas el PSOE.
Promesa iniciada por el sistema energético español y el proceso de transición hacia un modelo sostenible: la electricidad generada a partir de la quema del mineral cayó el año pasado a un tercera parte de lo que venía siendo habitual, con el consiguiente desplome de la emisión de gases de efecto invernadero, aunque, paralelamente, el trasvase de kilowatios.hora desde el país magrebí ha pasado a suponer más del 10% de la electricidad sucia que se consume en España.
La producción de electricidad mediante la quema de combustibles dio un vuelco en España el año pasado, el mismo ejercicio en el que, según Red Eléctrica (Reesa), la empresa pública que gestiona el sistema de distribución de esa energía, las renovables cubrieron más de un tercio de la demanda (36,8%) y más de la mitad (58,6%) de la generada en el país fue libre de emisiones.
En ese marco, el sector eléctrico español sigue manteniendo una gran dependencia con intercambios de energía con tres países: Francia, del que recibe principalmente electricidad de origen nuclear; Portugal, que tradicionalmente ha sido su mejor cliente y han habido intercambio de energías, y Marruecos, con el que la relación cambió ya el año pasado al revertir un saldo exportador.