Más de un centenar de países han interrogado a España este miércoles durante el examen sobre la situación de los derechos y libertades a que se ha sometido ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Previamente, el alto comisionado de la ONU sobre Derechos Humanos había elaborado un informe dando repaso de la situación, donde se recogía, entre otras cuestiones, la preocupación provocada por la violencia policial registrada durante el 1-O. También entre las cuestiones planteadas por los estados ha aparecido la demanda sobre la libertad de expresión y reunión en España así como sobre la violencia policial.
Especialmente directa ha sido la intervención de Suiza que ha advertido que «el pasado franquista sigue siendo un reto para España», mientras que Canadá ha reclamado acabar con el delito de injurias a la Corona.
La preocupación sobre los excesos policiales y la exigencia que sean investigados ha estado presente en más intervenciones, como la de Rusia.
El único país que se ha referido directamente a la tensión con Catalunya ha sido Venezuela, que ha reclamado al nuevo gobierno de Pedro Sánchez que dialogue con Catalunya y sus instituciones.