El Ejercito del Aire ha adjudicado finalmente a la empresa, Representaciones Mayoral, el suculento contrato del suministro de los denominados “productos miscelánea”, vamos, lo que se suele llamar el picoteo o ‘snacks‘, en los aviones del Ejército del Aire asignados al 45 Grupo de Fuerzas Aéreas.
De esta manera, con sus nomenclaturas, los Airbus A310 (T22) y Falcon 900 (T18) -el preferido de Sánchez- dispondrán de un brutal catering por valor de 40.000 euros en el que se incluye gran número de aperitivos y bebidas. Desde aguas a wisquis de primerisimas marcas, hasta ‘pica-picas premiun’.
Tal como indicamos con anterioridad desde Las Repúblicas, hasta ahora, el gasto en este capítulo ascendía a 20.000 euros al año, pero el Ministerio de Defensa, a petición de los VIPs que utilizan sus aeronaves, acabó por sacar a licitación un nuevo contrato de «suministro de productos misceláneos embarcados» por un importe que lo duplicaba hasta los 40.000 euros anuales, un 100% más.
El nuevo contrato ha entrado en vigor y es prorrogable por otros cuatro años, por lo que su cuantía global máxima en ese periodo asciende a 200.000 euros. Según los documentos del procedimiento que mostramos en el enlace a continuación la ‘carta’ es extensisima, y solo hablamos de «snacks». Los menús, por ejemplo de los viajes de la Casa Real, que selecciona la reina Letizia en persona, son auténticas delicatessen.
El pliego de prescripciones técnicas especifica, en un anexo que se puede leer integro aquí, los alimentos y bebidas que obligatoriamente deberá ofrecer a los usuarios de los Falcon y los Airbus la empresa que ha resultado finalmente adjudicataria, en este caso, Representaciones Mayoral, y el importe que pagará como máximo el Ejercito del Aire por cada una de esas referencias.
Hay que recordar la polémica que suscitó en los medios de comunicación cuando se informó que el presupuesto, el cual paga como no el contribuyente, para esa partida se había duplicado hasta alcanzar los 40.000 euros citados a lo que la Ministra de Defensa Margarita Robles afirmó que “la gente no va a un Falcon ni a comer ni a beber”.