Los cánones impartidos por las instituciones educativas, la iglesia, la sociedad, los medios de comunicación y nuestras familias desde nuestra más tierna infancia nos inculcaron el rol que debíamos cumplir en la otrora sociedad hetero patriarcal según nuestro género, siempre perdía la mujer quien debería hacer el máximo sacrificio convirtiéndose en un electrodoméstico más en casa, la igualdad de género era una quimera.
¿Quién no se ha sentido diferente durante nuestra niñez en la escuela?, Por timidez y dificultad a la hora de socializar, por no compartir las mismas aficiones que el grupo, por hablar o vestir de forma diferente, tener una minusvalía física o mental, tal vez por el color de piel, o quizás por identificarse con un género que no le corresponde físicamente expresándolo gestual y verbalmente, esto se da cuando el individuo llega a la madurez suficiente para comprender cual es su verdadera identidad sexual, un proceso natural por el cual todos hemos transitado, el problema radica no en su reivindicación personal, si no en la reacción de los niños que le rodean, al no estar educados en el respeto, la comprensión, la tolerancia e igualdad, serán hostiles con quién es diferente, todo un calvario para las víctimas.
Para ser aceptados en un grupo deben comulgar con los demás de lo contrario serán tratados como parias, los niños son crueles pero he de reconocer que hasta cierto punto es comprensible ese comportamiento por su desconocimiento, «el que no sabe, es como el que no ve».
Las consecuencias para las víctimas son traumáticas por el acoso continuado verbal y físico, tanta presión ha llevado a muchos/as de los/as agredidos/as al suicidio o a arrastrar daños psicológicos que ayudan a moldear a un individuo frágil conforme va madurando; ningún padre estaría a gusto si sus hijos/as son discriminados/as y maltratados/as, la clave de todo esto es la empatía, ponerse en el lugar de los demás.
Tener una identidad de género u orientación sexual diferente no es algo nuevo, existe desde los albores de la humanidad, la única diferencia es que antes la inmensa mayoría preferían mantener ocultas sus tendencias para evitar ser la diana de una sociedad ignorante e intolerante; las cosas han cambiado mucho pero hace falta más trabajo pedagógico, no podemos permitir este retroceso que echaría por tierra el progreso social que vivimos.
Ahora bien, el debate se centra en la propiedad de los vástagos, ese es el nivel de la derecha y la extrema derecha que no tienen nada que ofrecer a la sociedad, lo único que saben hacer es ruido y escupir fuego, se retratan perfectamente en la inmensidad de su estupidez.
Ni los padres ni el Estado son dueños de los niños, simplemente porque no son objetos, son personas y se pertenecen así mismos.
Los padres son tan solo los tutores y compañía de sus hijos, dentro de casa tienen la potestad de educarlos como mejor les parezca para que se conviertan en ciudadanos de bien el día de mañana, pueden participar en los consejos escolares para ayudar a definir la hoja de ruta en los centros educativos, pero eso debe ser consensuado democráticamente, la escuela no es un bar con educación a la carta.
Los padres no están formados y desconocen la labor educativa y pedagógica en relación al educación social y afectiva, lo mejor que pueden hacer, es no involucrarse en tareas que les son completamente ajenas.
Permitir está salvajada da pie a que mañana se veten otras actividades como el reciclaje o la historia cuando el maestro enseñe a sus alumnos que Franco fue un fascista y genocida, convirtiéndose este despropósito en una bola de nieve que crece de forma descontrolada.
El pin parental es todo un viaje en el tiempo hacia la España más oscura en que la igualdad de género es inexistente, la identidad sexual y el colectivo LGTBI son una aberración que debe ser desterrada de nuestra sociedad, en pocas palabras, estás personas se deben esconder de nuevo.
Todo este circo se basa en mentiras y bulos extraídos de material audiovisual de la red creando problemas ficticios y sembrando el miedo, de eso viven estos payasos fascistas que de forma tendenciosa, estúpida e insana declaran que la infancia recibe clases de juegos sexuales para cometer incesto, ¿Se puede ser más ruin y asqueroso?, Yo diría que si, Ferrerras, Pastor, Griso, Quintana, Motos entre otros han participado encumbrando a esta gentuza prestando sus tribunas, eso les hace parte del mismo estercolero; solo tenemos dos caminos para combatir a estos Neo Franquistas, imponer el sentido común con democracia y más democracia confrontándolos con sus contradicciones y al ponerlos en evidencia, demostrar su inutilidad para la sociedad.
Todos somos diferentes, lo verdaderamente importante es educar a las nuevas generaciones en la igualdad y el respeto, es imprescindible el acceso y la apropiación de la información en los niños y eso es entender en toda su extensión que «la libertad de cada uno, termina cuando empieza la de los demás» – Jean Paul Sartre.
Es cuestión de sentido común, ese es el camino, aprender que la convivencia en sociedad implica aceptar y respetar a quienes no son iguales ni piensan como nosotros, el resultado será una sociedad conciliadora, libre y en paz.
