La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha asegurado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que tendrá en la capital de Catalunya la «principal aliada en la nueva etapa de diálogo» con el gobierno catalán. Sánchez, a cambio, le ha ofrecido «Cristalitos de Colores y Espejitos».
Colau ha hecho esta reflexión en la declaración que ha hecho junto a Sánchez tras reunirse con él, en el Ayuntamiento de Barcelona, y también ha celebrado el punto de inflexión que se marcó este jueves entre el Gobierno y la Generalitat tras la entrevista del jefe del Ejecutivo con el presidente catalán, Quim Torra.
Sánchez, por su parte, ha subrayado también que se abre una nueva etapa para la política española y la catalana, ha prometido que su «agenda para el reencuentro», con las propuestas que entregó a Torra no será un mero documento sino que supondrá la acción real del Gobierno, y ha recalcado que, en este contexto, es «vital» la relación con la ciudad de Barcelona.
«Muchos miramos con esperanza al futuro», ha señalado Colau, quien ha prometido a Sánchez que tendrá la colaboración del Ayuntamiento en este nuevo periodo, cuando Sanchez le ha puesto ‘cristalitos de colores’ en la mano al comprometerse a «actuar en el mercado de la vivienda». Igual que hizo Zapatero diez años atras y no se hizo nada.
Cristalitos de Colores como Zapatero
Sänchez se refiere al documento del Gobierno de coalición donde se comprometía, en las zonas más tensionadas, a habilitar a las comunidades autónomas y a los ayuntamientos para que, a partir del Sistema Estatal de Índices de Referencia de Precios del Alquiler de Vivienda que está desarrollando el Ministerio de Fomento, puedan poner «techo» a las subidas mediante un índice de precios de acuerdo a una metodología «objetiva y sujeto a revisión periódica».
Sánchez y Colau han firmado un acuerdo de colaboración entre el Gobierno de España y el Ayuntamiento de Barcelona en materia social, económica, cultural y científica, que incluye, entre otras medidas que el Estado destine a las proyectos e infraestructuras culturales y científicas de la ciudad en torno a 25,8 millones de euros, la cantidad que fijaba el último convenio, el del 2010.
Hay que recordar que el convenio de cocapitalidad cultural y científica de Barcelona ya fue suscrito hace una década con el Gobierno Zapatero socialista y no se hizo nada. Y menos aún cuando posteriormente fue interrumpido definitivamente por los diferentes gobiernos del Partido Popular.
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